Orejudo y Roquetas
He leído con indignación el artículo publicado por el señor Orejudo el 17 de febrero bajo el título Fealdad, en el que al socaire de criticar la visita de Ana Botella al municipio de Roquetas de Mar para reunirse con colectivos de inmigrantes ofende gravemente a esta ciudad de la que no conoce ni su patronímico.
Dice que "hablar de progreso en la Carretera de Alicún (por la que se accede al municipio) es como hablar de calidad en las montañas de Afganistán, pocos espectáculos más agresivos para la vista, pocas estampas mas desoladoras que recorrer esta carretera kilométrica", para después decir cosas más gruesas.
El señor Orejudo debe viajar poco, ni siquiera en tren, y lo que no ve es que gracias al esfuerzo municipal junto a esta carretera de titularidad autonómica se han plantado cientos de palmeras y adelfas de colores rojo y blanco, lo que no ve es que junto a la misma en la actualidad el Ayuntamiento está construyendo una piscina pública cubierta de alto nivel, una escuela municipal de música y danza, un teatro-auditorio, un instituto de enseñanza secundaria o la restauración del castillo-fortaleza que protegía a la población en el siglo XVI.
Lo que no ve, o no quiere ver, es que junto a esta carretera se ha construido un parque acuático, una plaza de toros y centro lúdico o un parque comercial y de ocio moderno y espacioso sin coste alguno para los vecinos, lo que no sabe y no quiere saber es que junto a esa carretera estará el parque público mas grande de la provincia y un acuario marino. En fin, es difícil encontrar tanta variedad de espacios culturales, deportivos, comerciales, recreativos o lúdicos al servicio de la población en un municipio turístico. Esto, para mí, si es progreso.
Agradezco personalmente que la señora Botella haya visitado el municipio, como también agradecimos la del señor Pimentel, el Defensor del Pueblo o los cónsules de Marruecos, Guinea-Bissau o Senegal, y lamento que no vengan otros cargos o personalidades -ellos sabrán- para comprobar cómo convivimos en armonía y paz más de cien nacionalidades (incluidos varios apátridas).
Finalmente, señala que Ana Botella representa "la irrupción de la fealdad en el mundo, como Bush, Berlusconi, Putin, Blair y Jose María en España". ¿Por qué no incluye al señor Chaves o Zarrías, que no son guapos o a Sadam Husein, o a usted mismo?
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