Dos eslovenos mueren cosidos a tiros en un ajuste de cuentas en Madrid

Madrid fue escenario ayer tarde de un doble asesinato al más puro estilo mafioso. Dos eslovenos de unos 25 años murieron acribillados a tiros en el distrito madrileño de Ciudad Lineal, cuando se bajaban a reparar una rueda del todoterreno en el que viajaban. Un individuo armado con un fusil ametrallador disparó tres ráfagas a las dos víctimas, la última cuando ya estaban en el suelo, según varios testigos. La policía sospecha que el móvil del doble homicidio es un ajuste de cuentas entre bandas rivales de los países del Este.

El tiroteo se produjo sobre las 19.25 frente al número 34 de la calle del Jazmín, cuando los dos eslovenos se acababan de subir a un todoterreno Jeep Cherokee. De repente, se dieron cuenta de que el neumático de una rueda delantera estaba pinchado y echaron pie a tierra para ver qué pasaba. En ese momento, se acercaron dos individuos vestidos de oscuro. Uno de ellos llevaba un fusil ametrallador y abrió fuego a discreción contra los eslovenos. "Hemos oído dos ráfagas de disparos, que al principio nos parecían como las tracas que queman los chicos, pero luego, hemos salido y hemos visto a un hombre de mediana estatura armado", señaló un vecino de la zona.

"Remátalos, remátalos"

Mientras, el otro compinche del asesino le esperaba al lado. En un momento dado, le gritó a su compañero: "Remátalos, remátalos, que aún están vivos". El individuo que estaba armado efectuó otra ráfaga de metralleta, cuando las víctimas estaban agonizantes en el suelo. Acto seguido, los criminales bajaron la calle y se dirigieron hacia un Audi A3 rojo, en cuyo interior les esperaba un conductor y huyeron de la zona a toda velocidad.

Al lugar acudieron varias dotaciones de los servicios sanitarios municipales Samur-Protección Civil. Cuando llegaron los facultativos, las dos víctimas se encontraban en parada cardiorrespiratoria. Cada una de ellas había sido alcanzada por entre cinco y seis disparos en el tórax y el abdomen, además del cuello. Los médicos del Samur intentaron reanimarles durante más de media hora, pero al final sólo pudieron certificar su muerte.

Varios testigos declararon que uno de los heridos intentó extraer una pistola "de gran calibre" que llevaba en el pantalón, mientras que el otro hizo ademán de sacar su teléfono móvil. A ninguno de los dos les dio tiempo.

Este doble homicidio eleva a 18 las muertes violentas registradas en la región desde que empezó este año. En 2001 y 2002, en el mismo periodo se habían registrado sólo 12 asesinatos.