Acercar el Fòrum a la ciudad

"Barcelona 2004 debe comenzar a resonar ya mundialmente como un tambor de paz en el mundo. El Fòrum ha entrado en su última etapa y, probablemente, ésta ha comenzado demasiado tarde". Ésta es la opinión que Federico Mayor Zaragoza transmitió en el debate sobre Barcelona 2004 que se celebró la noche del pasado martes en el Fòrum Claret. Mayor Zaragoza, Jaume Pagès (consejero delegado del Fòrum) e Ignasi Carreras (presidente de Intermón-Oxfan) se reunieron con unos 200 vecinos interesados en conocer finalmente ¿Qué es el Fòrum 2004?, título del encuentro. Un acto que, principalmente, dejó en evidencia la incapacidad mostrada hasta ahora por los responsables del acontecimiento para transmitir a los barceloneses qué se cocina actualmente en la ciudad.

Jaume Pagès pide a las asociaciones que se "lancen de una vez a la piscina"

Un ejemplo: Pagès tuvo que responder a preguntas como por qué no estaba presente el Fòrum en las cumbres de Porto Alegre, por qué no contaba la organización con representantes de asociaciones de mayores y de jóvenes o quejas por la inexistencia de un corpus ideológico que sustente el encuentro. El Fòrum, que sí estuvo en la última cumbre del movimiento antiglobalización, dedicará algunos de sus Diálogos a ancianos o jóvenes, y recientemente ha publicado su Agenda de Principios y Valores. Sin embargo, ninguno de los asistentes conocía esto. "Puede ser que no se haya difundido suficientemente. Los ciudadanos desconocen aún qué es el Fòrum, y debemos hacer un mayor esfuerzo para conseguir la participación que necesita este encuentro", se lamentaba Pagés, que pedía "a todos aquellos que deben y pueden participar en el Fòrum que se tiren de una vez a la piscina"; "porque no podemos continuar reflexionando constantemente, porque no nos podemos permitir estos miedos continuos", añadió.

La frase del máximo responsable del Fòrum era en realidad un guiño a representantes de asociaciones y ONG asistentes al encuentro, especialmente a Ignasi Carreras. Intermón aún no ha confirmado su participación. "Los ciudadanos deben recuperar el entusiasmo por el Fòrum, pero esto se consigue realizando una apuesta clara por sus actividades. Esta historia, hasta la fecha, ha puesto demasiado énfasis en lo urbanístico y muy poco en lo que se refiere a los contenidos", contestaba el representante de Intermón-Oxfam.

Mayor Zaragoza, impulsor del Fòrum de les Cultures en su etapa al frente de la Unesco, también dejó claro que la cita barcelonesa no conseguiría la proyección universal que se le presupone con una simple campaña publicitaria. "Esto se está haciendo tarde, y hay que comenzar a implicar en esta aventura a personas de reconocimiento internacional", dijo el diplomático que también invitaba a Pagès a "definir claramente los referentes movilizadores del Fòrum, unas ideas muy claras, que consigan la participación masiva". Mayor Zaragoza auguraba que Barcelona 2004 podría suponer una nueva forma de "reunir estados, pueblos y culturas", pero la iniciativa "sólo tendrá éxito", advirtió, "si las conclusiones del encuentro tienen luego consecuencias políticas". Para Pagès, sin embargo, sí hay ya una consecuencia garantizada: "Hacer de Barcelona un lugar presente en las agendas internacionales como una ciudad para el progreso".