El Racing de Piterman sigue en racha
Dimitri Piterman, un profano, puede romper los dogmas del fútbol. O, al menos, cuestionarlos si se atienden a los últimos resultados conseguidos. Ayer volvió a ganar, la tercera victoria consecutiva, esta vez en campo ajeno ante el Villarreal, un equipo semejante, con las mismas pretensiones que el Racing, que no son otras que asegurar la permanencia cuanto antes. Tres factores sucedieron para que se produjese el éxito del Racing: la buena labor defensiva, la inoperancia de los atacantes del Villarreal y tal vez, el factor intangible de la suerte, que se decantó hacia los intereses cántabros. El conjunto de Benito Floro llevó el peso del partido y salió escaldado por su falta de pegada.
VILLARREAL 0 - RACING 3
Villarreal: Reina; Galván (Calleja, m. 66), Quique Álvarez, Ballesteros, Arruabarrena; Guayre ( Javi Venta, m. 57), Josico ( Xisco Nadal, m. 84), Farinós, Jorge López; Víctor y Palermo. Racing: Lemmens; Coromina, Moratón, Juanma, Neru; Diego Mateo ( Matabuena, m. 82), Ismael; Munitis, Benayoun (Bodipo, m.43), Txiki (Regueiro, m. 57); y Javi Guerrero. Goles: 0-1. M. 72 Moratón peina de cabeza una falta lanzada por Munitis. 0-2. M. 90. Con el Villarreal volcado sobre su rival, Bodipo aprovecha una contra del Racing. 0-3. M. 92. Regueiro, en jugada individual, tras otro contraataque del equipo cántabro. Árbitro: Pérez Lasa. Amonesto a Farinós, Diego Mateo, Quique Álvarez, Arruabarrena, Neru y Víctor. Alrededor de 15.000 espectadores en el estadio del Madrigal.
La puesta en escena del Racing de Piterman resulta sugerente y atractiva. Usa dos medios centros de contención y tres medias puntas livianos, Munitis, Benayoun y Txiki por detrás de Javi Guerrero, solo en el ataque. Sentido y criterio en la elaboración y velocidad en las acciones, resultan sus credenciales. Un diseño más para la contra que para llevar la iniciativa.
Así se vio plasmado ayer. El conjunto cántabro se dejó querer frente a un Villarreal que como siempre tardó meterse en faena. Como un motor diesel, su juego madura con el transcurrir de los minutos. Tras un primer cuarto sin sustancia, un taconazo de Palermo a Arruabarrena, que resolvió a lo Roberto Carlos, con un centro chut al que no llegaron ni Víctor ni Guayre, despertó al Villarreal. Sin grandes recursos, alternando la elaboración masticada, o evitando la transición del centro del campo con pelotazos verticales desde la zona defensiva por parte de Quique Álvarez o Ballesteros, el Villarreal sometió a un asedio al Racing, que no recibió castigo alguno por la falta de destreza en el último pase de los jugadores de Floro.
La placidez de la tarde de los centrales del Villarreal sin nadie con quien agarrarse en el baile, se vio alterada por la incorporación de Bodipo, antes de finalizar el primer periodo y posteriormente con la entrada de Regueiro. La entrada de estos dos jugadores resultó esencial. En cuanto al juego, nada cambió en la reanudación. Pero el premio fue para quien menos boletos compró. El Racing logró adelantarse en el marcador tras una falta peinada por Moratón. Bodipo y Regueiro, en el descuento, inflaron un resultado que refuerza, por ahora, a Piterman.
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