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Crónica:LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Querido diario

- Lunes: la primera oración de la semana es por el éxito de Lula. Que Dios no permita que se tuerzan sus designios. Tenemos un mundo problemático entre manos. ¿Cómo lo vamos a arreglar, amigos? Las soluciones colectivas están en crisis. Lo mejor que les puede pasar a las masas desposeídas es que aparezca un personaje carismático, un abanderado de los humildes como el providencial brasilero. Como individuos es más fácil saber qué hacer: educarnos y ser buenas personas. ¿Dije que eso era fácil? Bueno, parece más factible que poner en marcha un movimiento social. Para mantener a raya el instinto depredador -la madre de todas las batallas- es muy práctico tener una referencia a mano. Yo tengo a Maite. Es tan sencilla en su gran sabiduría que no es consciente de su dimensión filosófica. Algunos de nosotros hemos alcanzado una minúscula elevación espiritual a base de intensas lecturas y alambicadas peripecias. Pues bien: Maite nos da vuelta y media con desarmante naturalidad, distraídamente, como cosiendo y cantando. Lo que yo llamaría filosofía no es más que sentido común para ella.

Algunas personas tienen debilidad por los delfines, los pandas, los tulipanes o las orquídeas. Yo estoy obsesionado con los ricinos

- Martes: echo en falta a los burros de El Hierro. En las vacaciones de invierno nos fuimos a un refugio para burros maltratados que está en la más lejana y desconocida de las Canarias. Un matrimonio -alemana e inglés- rescata a los pollinos y los rodea de algodones y canciones de cuna. Los borricos -agradecidos- se vuelven tremendamente cariñosos. Son como gatitos mimosos en el cuerpo de un burro. Nos alojábamos en una de las cabañas que alquilan los abnegados protectores de animales. De buena mañana nos dábamos un baño de multitudes, fundiéndonos en un fraternal abrazo con los nobles cuadrúpedos. Cuando has probado esa clase de amor las demás variedades resultan insípidas. Por si interesa: www.burrosfelices.com

- Miércoles: hoy me despierto algo excitado. Tuve un sueño húmedo -esta vez, sin burros- y mientras remoloneo bien acurrucado recuerdo el caso de las bragas automasturbantes. Un conocido me puso en la pista de una chica catalana que había inventado y patentado unas bragas con un dispositivo vibrador adosado a la entretela, justo sobre las zonas erógenas. Se podía activar de dos maneras: la portadora oprimía un sencillo interruptor colocado en la misma prenda o alguien -quienquiera que fuera- le daba caña con un mando a distancia. La inventora se había puesto en contacto con el propietario del mayor sex-shop de Barcelona para fabricar el ingenioso artilugio. La primera reunión con unos empresarios textiles de Igualada había sido un fiasco: los tíos la habían tratado como a una furcia y/o ninfómana. La pobre chica salió despavorida. No conseguí hablar con ella y nunca supe si esas bragas salieron finalmente al mercado.

- Jueves: algunas personas tienen debilidad por los delfines, los pandas, los tulipanes o las orquídeas. Yo estoy obsesionado con los ricinos. Son arbustos verdirrojos con grandes hojas en forma de estrella. Las semillas son brillantes y parecen pintadas con aquellos dibujos de aguas que se usaban en las encuadernaciones. Las hay que son grises y plateadas; las que tengo en una botellita en el salón de casa van del dorado al burdeos. Hay ricinos en los canteros de flores de los Campos Elíseos y en los jardines del palacio de Fontainebleau. Tengo ejemplares ubicados en muchos lugares del mundo. No pincho chinchetas sobre un mapamundi, ni falta que me hace: llevo ese mapa siempre en la memoria. Y ahora resulta que de mi arbusto favorito se extrae la ricina, una sustancia mucho más venenosa que el arsénico con la que unos presuntos terroristas islámicos pretendían eliminar a un batallón entero, en Inglaterra. Obviamente el potencial maléfico del ricino lo hace aún más atractivo. La bondad es bella; la crueldad... tiene su encanto.

- Viernes: la vecina de la puerta de enfrente -y presidenta de la escalera- es Conchi, una catalana de L'Hospitalet de origen andaluz. Alegre y dicharachera como la que más, me cuenta en el ascensor que una vez fue a ver a Joaquín Cortés. Al acabar la función quiso felicitarlo y consiguió acceder al backstage. Allí inició una distendida charla con el divo flamenco en la que, básicamente, le recomendó que no dejara que la fama se le subiera a la cabeza, ya que eso es mu malo, mu malo, mu malo. Estaban enfrascados cuando unas fans se acercaron a pedir autógrafos. "¡Y me lo pidieron a mí también!", Conchi dixit reviviendo la escena con deleite. "Yo estaba ahí con mi abrigo de piel, charlando con Joaquín, y mira...". Para evitar que la fama se le subiera a la cabeza a la presidenta, le dije que seguramente el autógrafo se lo habían pedido al abrigo.

- Sábado: Maite y servidor vivimos a la sombra del Camp Nou. De hecho nos gustaría demolerlo para que nos diera más el sol. Sabemos que es un sueño irrealizable. Vamos, que ni nos lo planteamos. Se ve que últimamente los que están muy pendientes del Barça han tenido algún que otro disgustillo. Nosotros habitamos en una galaxia paralela en la que todo el mundo sabe que es imposible ganar siempre. En nuestro extraño universo las cosas suben y bajan; o sea que no están arriba eternamente. Los más sabios de este asteroide marginal -por ejemplo, Maite- creen que bajar a Segunda División no sería un drama tan tremendo, teniendo en cuenta las cosas que pasan en el planeta Tierra, y que igual así algunos aprenderían a ser un pelín más humildes.

- Domingo: hablando de humildad, acabemos la semana con una oración por el éxito de Lula.

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