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La sede de la Jurisdicción de Menores, inaugurada con deficiencias de seguridad

La consejera se compromete a solventar las deficiencias que afectan al nuevo edificio

El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguró ayer la sede unificada de la jurisdicción de Menores, en el número 37 de la calle de Hermanos García Noblejas (San Blas). El complejo aglutina los seis juzgados de Menores, la fiscalía y el Grupo de Menores de la Policía (el Grume). Hasta ahora, esta jurisdicción estaba dispersa en cinco edificios de la capital. No obstante, el nuevo edificio nace con "graves problemas de seguridad", ya que comparte aparcamientos y otras instalaciones con empresas privadas, según un informe de la Fiscalía de Madrid.

Otro problema de seguridad descubierto se centra en el acceso -hay dos- que el nuevo edificio posee en la calle de Julián Camarillo. "Hay una garita y un vigilante, pero éste pertenece a una empresa privada, ajena al recinto judicial, y lógicamente no tiene obligación de registrar a nadie", señalan fuentes jurídicas. Además, desde el aparcamiento, que es común para el edificio de Menores y para las otras empresas, tampoco hay vigilancia, con lo cual una persona puede subir a cualquier planta del edificio judicial sin tener que franquear ningún control".

La consejera de Justicia de la Comunidad, Paz González (que asistió al acto junto a su homóloga de Servicios Sociales, Pilar Martínez), se comprometió a solucionar los problemas de seguridad que flagelan las instalaciones de la nueva sede de Menores. "La semana que viene vamos a reunirnos con la fiscalía para ver los problemas de seguridad del edificio y darles una solución", señaló González. "Pero ya se ha comprado un escáner [detector de metales] para la puerta principal", avanzó.

El nuevo edificio tiene 6.525 metros cuadrados, un 50% más que los 4.122 metros cuadrados que, de forma dispersa, cubrían las cinco sedes que antes acogían estos órganos judiciales y al Grume. Y ha sido "pensado", explicó el presidente Ruiz-Gallardón para que el trabajo a desarrollar en él "se haga con el menor coste personal posible" y con un sector de la población "especialmente sensible y frágil" como son los menores, tanto en su calidad de víctimas como de autores de los tales delitos.

Un ejemplo

Ruiz-Gallardón puso a la nueva sede de Menores como ejemplo de los que "debe ser la justicia de los mayores". Aludía a la necesidad de que el resto de los órganos judiciales de la capital compartan un mismo enclave. Para ello, fijó su mirada en la futura Ciudad Judicial, que previsiblemente estará edificada dentro de unos cinco años sobre los terrenos de la prolongación del paseo de la Castellana, cerca de la estación de Chamartín.

El presidente del Gobierno regional se felicitó de la funcionalidad del nuevo edificio de Menores, lo que atribuyó a la participación en su diseño de los distintos sectores afectados. "No sé a qué se refiere el señor Gallardón, pues a nosotros, que representamos a una parte importantísima, los funcionarios, nadie nos ha consultado nada", razonó Concha García, de CC OO-Justicia de Madrid.

Además del presidente regional y las dos consejeras, al acto acudieron el presidente del Tribunal Superior de Madrid, Javier María Casas; el fiscal jefe, Mariano Fernández Bermejo; el juez decano, José Luis González Armengol; el decano del colegio de los abogados, Luis Martí Mingarro, y el defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades. El fiscal jefe elogió las instalaciones de la nueva sede, aunque pidió que se solventen "los graves problemas de seguridad" con que nace el edificio. Fernández Bermejo recordó el "camino espinoso" que tuvo que afrontar su departamento hace dos años, cuando entró en vigor la Ley del Menor, por la "cicatería [de medios] e improvisación" que acompañó la entrada en funcionamiento de la ley. Pero a renglón seguido, señaló: "Con el mismo vigor con que antaño denunciamos las carencias, hoy quiero felicitarnos por la labor realizada" con el nuevo edificio. El fiscal concluyó su intervención con su posición contraria a la posible guerra en Irak, a lo que Ruiz-Gallardón replicó con un deseo de "todos a favor de la paz", independientemente, dijo, "de las tendencias" de unos y otros. Numerosos funcionarios y fiscales (entre ellos, el teniente fiscal, Pedro Martínez, y el fiscal de Menores, Justino Zapatero) portaban pegatinas en las que se leía: "No a la guerra". En las paredes también se veían carteles con el mismo lema.

Juicios rápidos en dos sitios

El presidente Alberto Ruiz-Gallardón anunció ayer que en un edificio casi adyacente a la nueva sede de Menores, el número 11 de la calle de Julián Camarillo (San Blas), se celebrarán, a partir del próximo 28 de abril, los juicios rápidos. En realidad, los juicios rápidos se van a celebrar en dos sedes distintas: una parte de ellos (los de faltas y aquellos en los que el detenido muestre su conformidad con la pena que solicite el fiscal) se enjuiciarán en los juzgados de la plaza de Castilla; y la otra parte (aquellos hechos que sean constitutivos de delito) en el nuevo edificio de la calle de Julián Camarillo al que ayer aludió Ruiz-Gallardón. Esto va a significar una mayor atomización de la jurisdicción penal de Madrid, la de mayores. Ya que la idea de la Comunidad es sacar de la plaza de Castilla los 23 juzgados penales que existen ahora allí y trasladarlos a Julián Camarillo. El juez decano, José Luis González Armengol, sostiene que esta medida ahondará "aún más en la dispersión de sedes judiciales", perjudicará a los usuarios y obligará a la Guardia Civil a efectuar conducciones de detenidos por la ciudad ahora inexistentes. "Hubiese sido deseable que el nuevo edificio hubiera estado ubicado justo al lado de la plaza de Castilla, aunque me consta que se han buscado localizaciones, sin éxito, en los aledaños de la sede central de los juzgados", destacó.

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