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Un príncipe del Betis

El entrenamiento del Betis, en el que se acostumbra a ver cualquier cosa -desde que su entrenador, en tiempos de Javier Clemente, se encarara con algún aficionado o con la prensa, hasta que Denilson saque a tirar faltas a un seguidor bético que le retó desde la grada-, vivió ayer una jornada de nuevo peculiar. La plantilla del equipo sevillano recibió la visita del príncipe Abdulaziz, uno de los cientos de nietos del rey Fahd de Arabia Saudi. Los jugadores, advertidos por el Consejo de Administración del club, esperaban la llegada de un señor árabe seguido de su séquito. Tras el entrenamiento, el centrocampista Capi confundió a un corpulento guardaespaldas con el propio príncipe. Pero el miembro de la realeza saudí era en realidad el pequeño de 11 años que, tímido por la presencia de las cámaras de televisión y los fotógrafos, se escondía tras su fortachón protector. Abdulaziz, que pasa los veranos en Marbella, en casa de su abuelo, es muy aficionado al fútbol y se ha confesado seguidor del Betis. El príncipe tuvo la oportunidad ayer de saludar a los jugadores béticos en el vestuario tras el entrenamiento. Entre ellos estaban sus ídolos Joaquín y Denilson. El pequeño se fotografió con ellos y recibió diversos regalos del club verdiblanco, como camisetas, un balón firmado por los futbolistas e incluso el carné de abonado del equipo. Los béticos, a su vez, recibieron algunos detalles de la casa real saudí, como unas pequeñas agendas. El brasileño Denilson bromeó luego en rueda de prensa: "A mis compañeros no sé, pero a mí el príncipe me ha regalado un apartamento en Marbella".-

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