Despidos en CEU

He leído con sorpresa (EL PAÍS, 17-2-2003) la nota explicativa de la Fundación San Pablo en la que se atribuyen los despidos de profesores a "factores externos", y se niega que se deban a "razones de naturaleza ideológica". La fundación falta clamorosamente a la verdad, lo cual es especialmente grave en quienes se autoproclaman católicos. La contratación de nuevos profesores no se efectúa sólo por criterios académicos. Si fuera así se seguiría el procedimiento establecido en el convenio con la Universidad de Barcelona, asunto, por cierto, denunciado ante el propio rectorado por un grupo de profesores. Mi caso particular es también significativo. He sido 15 años profesor del CEU en Barcelona. En marzo de 2002 manifesté directamente al vicepresidente de la Fundación San Pablo mi preocupación por el giro integrista del centro y por las supuestas vinculaciones de algunos nuevos profesores (contratados al margen del procedimiento establecido en el convenio con la UB) con la organización de extrema derecha Asociación Juvenil Española.

Al llegar el verano, la dirección del centro hizo todo lo posible para que me fuera, utilizando incluso la mentira. Me cambiaron de asignatura y de horario. Me dieron un horario falso, con una asignatura que ni tan siquiera estaba en la hoja de matrícula. Para evitar un juicio que, sin duda habrían perdido, finalmente me indemnizaron reconociendo "despido improcedente".