Barcelona proyecta construir un helipuerto en la zona del Fòrum

La ciudad desde el aire. Una visión de Barcelona a vista de pájaro puede ser realidad en breve, seguramente para la cita de 2004. Ésa es la intención del Ayuntamiento de Barcelona, que ha proyectado la ubicación de un helipuerto público en la zona del Fòrum. La empresa municipal Infraestructuras del Llevant ha encargado un estudio que determine la idoneidad y la situación concreta de la nueva infraestructura, que se ha previsto ubicar en el área que ocupará el parque del Noreste, entre el puerto de Sant Adrià y el río Besòs.

Se trata de una idea que persigue el alcalde, Joan Clos, desde hace años por considerar que una ciudad como Barcelona debe tener un helipuerto que, entre otros servicios, podría ofertar vuelos turísticos. Otras ciudades, como Nueva York, Río de Janeiro o París, disponen de esa infraestructura que se ha convertido en una auténtica atracción.

Inicialmente se consideró la posibilidad de que se tratara de una infraestructura provisional, sólo durante la celebración del Fòrum, pero después se optó por mantener un servicio estable. En cualquier caso, sí se pretende que el helipuerto entre en funcionamiento en la primavera del año próximo. Por dos motivos, uno como medio de transporte desde el aeropuerto de algunas de las personalidades que acudan al evento y, dos, como una oferta más de cara al visitante. De la primera idea de construir un helistop -una pista de reducidas dimensiones parecida a los espacios habilitados en los centros hospitalarios- se ha pasado a una infraestructura algo mayor, que posibilite las maniobras de cuatro o cinco aparatos y una pequeña edificación para la empresa que lo explote. Los talleres se mantendrían en las instalaciones del aeródromo de Sabadell (Vallès Occidental). Responsables municipales señalaron que la primera ubicación pensada fue otra: los terrenos que prácticamente han formado una montaña junto a la zona de baños que cierra la explanada del Fòrum.

Finalmente, el helipuerto se quiere situar en el entorno del parque del Noroeste porque es más idóneo para la ruta de aproximación -por el mar- y salida, encarando el cauce del Besòs, explica el director de Infraestructuras, Jaume Castellví. No obstante, el estudio encargado determinará si esa ubicación cumple con todos los requisitos y el impacto acústico que supondrá para la zona, que, en principio, aglutina principalmente infraestructuras, como la incineradora, el propio puerto y la depuradora. El parque del Noroeste es una de las piezas de la reforma del frente litoral del Besòs y se situará al sobrepasar la Ronda Litoral, entre el puerto de Sant Adrià y el río. El parque, proyecto de la firma de arquitectos Ábalos y Herreros, tendrá una extensión de 11 hectáreas y, en parte, rodeará la incineradora. En un sistema de taludes bajará hasta la playa. Se está trabajando ya en lo que es la infraestructura del futuro parque, que todavía no tiene fecha ni proyecto constructivo. Las arenas que se están dragando en la construcción del puerto deportivo de Sant Adrià son las que ya han conformado parte de la playa del futuro parque que ya está protegido por una nueva escollera. Una vez que esté lista la infraestructura de esa zona sería relativamente rápido y sencillo realizar la obra del helipuerto. Eso si no se presentan problemas con los permisos que competen a distintas administraciones.

Fuentes del sector aeronáutico consultadas se alegraron de la decisión municipal de dotar a la ciudad de un helipuerto. "En realidad, los operadores del sector llevamos años pidiéndolo. Barcelona es una ciudad importante y lo que no es normal es que no tenga un espacio estable para el aterrizaje de helicópteros, más allá de los helistops de los hospitales", afirma Francesc Pla, de la firma Elipistas, una de las que hace vuelos turísticos sobre Barcelona los fines de semana. Como las del resto del sector, tiene su base en el aeródromo de Sabadell. En su opinión, la ubicación es buena por varios motivos. Uno de ellos es que no es una zona habitada, lo que evita problemas de molestias por el ruido, motivo de rechazo del intento de ubicar un helipuerto en la Villa Olímpica.