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Perfil | Roberto de Diego

Con los pies en la tierra

Ramón Muñoz

A Roberto de Diego Arozamena no le dan miedo los aviones pero no quiere pasarse la vida en uno. En 1999 salió de la compañía informática NCR, donde había estado seis años, para dirigir la filial española de BT Group, antigua British Telecom, pero la multinacional británica le ascendió dos años después y le hizo máximo responsable para Europa de su filial de datos Ignite. Así que tuvo que volver a coger las maletas, aunque manteniendo el domicilio en Madrid, hasta que desde BT le sugirieron que se mudara a Londres.

"Prefería divorciarme de BT que de mi mujer", dice De Diego que, a sus 46 años, y con una hija de nueve, cree que le ha llegado el momento de asentarse en una empresa española como Jazztel (aunque tenga su sede fiscal en Londres), dedicar más tiempo a su familia y a algunas de sus aficiones como el esquí o el golf.

La oportunidad de cumplir ese deseo le surgió cuando Spectrum, el fondo de inversión que controla Jazztel, le ofreció la máxima responsabilidad en la gestión de la operadora como director general y consejero delegado. "Me apetecía aceptar porque creo que Jazztel tiene muchas expectativas y además me ofrecían una compañía limpia", asegura en relación al proceso de reestructuración de la deuda realizado el pasado año, que entregó la compañía a los fondos de inversión que canjearon sus bonos por 457 millones de nuevas acciones.

Aquel cambio supuso la salida de Martin Varsavsky, el emblemático presidente y fundador de Jazztel, a quien De Diego reconoce como "un impulsor de la liberalización de las telecomunicaciones en España".

De Diego es un amante del cine, buscador incansable de películas de las que antes se llamaban de "arte y ensayo", es decir, de los clásicos. Su afición al séptimo arte se fraguó en California, donde priemro cursó estudios de ingeniería y, adonde más tarde volvió como ejecutivo de unos laboratorios en Los Ángeles, ocupación que le permitía acudir todos los días al cine.

Desde BT España vivió en primera línea de fuego los inicios de la liberalización de las telecomunicaciones en España y sus excesos, por eso su principal objetivo es que la operadora sea rentable. Considera que se podrá hablar verdaderamente de liberalización cuando alguno de los rivales de Telefónica, hoy todos en números rojos, gane dinero y ese objetivo, en el caso de Jazztel, pasa por satisfacer las necesidades de comunicación de las pequeñas y medianas empresas. De Diego ha aterrizado en Jazztel y quiere dirigirla con los pies en tierra.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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