Condenada por extraer 180.000 euros de la cuenta de su jefe
La Audiencia de Madrid ha condenado a tres años y medio de prisión a la que fuera secretaria personal de un consejero delegado del Banco de Fomento por apropiarse, entre 1994 y 1997, de de más de 180.000 euros de la cuenta corriente de éste, poco después de que el directivo hubiese dejado su cargo en la entidad financiera.
Así lo acuerda la sección séptima de la Audiencia Provincial en una sentencia que condena a la acusada, Victoria D., a dicha pena por un delito continuado de falsedad en documento mercantil como medio para cometer un delito de estafa. La sala condena asimismo a Victoria al pago de una multa de 1.620 euros.
El tribunal considera probado que la acusada desde 1988 hasta 1994 fue secretaria personal de un consejero delegado del Banco de Fomento y, a partir de 1995, al dejar éste de ocupar ese cargo dejó de desempeñar dicha tarea. La sentencia, contra la que cabe recurso, explica que la ahora condenada, no obstante, continuó realizando aquellos trabajos de confianza que él le encomendaba, lo que le permitió conocer que el ex directivo y su esposa eran titulares, al menos, de una cuenta corriente en una entidad bancaria situada en el paseo de La Habana de Madrid.
18 cheques
Según explica el tribunal, la procesada se aprovechó de la situación de confianza que se había creado y del hecho de que ésta fuera conocida en la sucursal citada como secretaria personal del directivo. Así, entre mayo de 1994 y enero de 1997, solicitó, sin conocimiento de su jefe, directamente y para su uso personal, numerosos talonarios de cheques, al menos 18.
Posteriormente, dispuso de dichos talones para obtener dinero en su propio beneficio, para lo que rellenaba los talones con una determinada cantidad y estampaba en ellos una firma similar a la de su jefe. De esta forma, Victoria se quedó 180.164 euros, según explica la sentencia, que recuerda que la acusada indicó en el juicio que el hombre debido a sus viajes continuos le dejaba cheques firmados para que ella pudiera disponer de cantidades determinadas.
Explicó que parte del dinero que se ingresó correspondía a gratificaciones que le entregaba su jefe. Respecto del resto, manifestó que eran cantidades de las que disponía por tener que pagar por cuenta de su jefe alguna compra o servicio. A este respecto, la sala argumenta que las explicaciones que facilitó la mujer "carecen totalmente de lógica y no ofrecen credibilidad alguna a este tribunal".
La sentencia relata que "la acusada dispuso de los referidos talones, ingresándolos en cuentas bancarias de las que ella sola podía disponer, sin dar explicación razonable acerca de este hecho". "No cabe sino concluir que lo hizo con la finalidad de hacer suyo un dinero que no le pertenecía y utilizó para ello el engaño", concluye.
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