Abandono de la política científica
La Federación de Jóvenes Investigadores-Precarios critica "la inoperancia del Ministerio de Ciencia y Tecnología" que, en su opinión, está provocando dimisiones en cadena en los órganos de gestión científica
La Federación de Jóvenes Investigadores-Precarios ha enviado un comunicado en el que asegura, con rotundidad, que "nadie quiere a la ciencia en España". La FJI considera que "los investigadores, último reducto de voluntad de mejorar la lamentable situación de la ciencia en nuestro país, abandonan uno por uno los puestos de gestión que tan ilusionadamente tomaron". En el comunicado se recuerda la dimisión de Rolf Tarrach, presidente del CSIC, "un Catedrático de Universidad que despertó enormes ilusiones entre los investigadores del CSIC (dependiente del MCyT) al tomar la presidencia del Consejo. Con enorme ilusión y voluntad se propuso mejorar los males endémicos de esta institución, aunque desde el principio dejo claro que no pensaba mantenerse en el puesto si no le dejaban hacer los cambios que el CSIC necesitaba. A mitad de su mandato dimitió, impedido como estaba de hacer nada fructífero".
"Dos semanas después, y de forma independiente - recuerda la FJI - Fernando Valdivieso, Director General de Investigación del MCyT dimite, también por motivos personales, tan solo cinco meses después de tomar cargo de su puesto. El tercer DG de Investigación en tres años de existencia del MCyT.
"En un par de meses - continúa el comunicado - el Ministro que ha provocado tanta desilusión entre sus propios gestores, Josep Piqué, nos dejará para dedicarse a su carrera política en Cataluña.
Esta es la imagen de lo que supone la ciencia para el gobierno, un lugar donde situar a un Ministro sin voluntad de otra cosa que dejar pasar el tiempo hasta las elecciones autonómicas y inmovilizador de cualquier iniciativa. Esta situación ha provocado que cualquier persona con un mínimo interés en la necesaria mejora de la ciencia, se marche desilusionada a sus quehaceres anteriores.
Finalmente, la FJI recuerda cómo "los Jóvenes Investigadores subsisten con sus precarias becas a la espera de que alguien se acuerde de ellos, y de que Piqué les permita actuar. Casi dos años después de sus primeras promesas, seguimos sin cotizar en la seguridad social, sin derecho a baja por enfermedad y sin que se reconozca la riqueza social que genera nuestra labor productiva".
