"Nuestro equipo da miedo"

"Tenemos un equipo que da miedo". La premisa la puso en Sevilla el técnico que actuó de capitán del conjunto español, Jordi Arrese, y fue ratificada con una contundente victoria por 5-0 sobre Bélgica en la primera eliminatoria de la Copa Davis de tenis. Al silogismo le falta, sin embargo, otra premisa y una conclusión que todos esperan que sea la recuperación de la Ensaladera, ganada por España por primera y única vez, ante Australia, en 2000. El equipo vuelve, cierto, a generar ilusión. Los jugadores parecen dispuestos a entregarse en el proyecto de este año, si bien rechazan el calificativo de reconquista lanzado por el presidente de la federación, Agustí Pujol.

Pocos conjuntos pueden alardear, desde luego, de contar con cuatro jugadores colocados entre los 17 primeros de la clasificación mundial, posición que ocupa Àlex Corretj. Y sólo el español tiene a tres entre los diez primeros: Juan Carlos Ferrero (tercero), Carlos Moyà (cuarto) y Albert Costa (octavo). Y ninguno tiene en sus filas a dos campeones del torneo parisiense de Roland Garros y a dos finalistas. Un cuarteto temible en tierra batida y peligroso en cualquier otra superficie.

No obstante, lo que convierte el intento de este año en viable es el detalle de que, como ocurrió en 2000, la mayor parte de las eliminatorias van a disputarse en las pistas españolas. En la primera, en Sevilla, Bélgica no ha sido rival. La segunda se disputará en abril, probablemente en Valencia, contra Croacia. En las semifinales, España recibiría a Argentina, pero debería viajar a Rusia si los suramericanos fuesen eliminados. En definitiva, las posibilidades de llegar a la final son muchas. De los probables rivales en ella, Francia viajaría a España y Australia la recibiría.

"Tenemos a cuatro cracks", afirma Josep Perlas, que con Arrese y Juan Avendaño componen el G-3, el grupo que dirige al equipo español. "Y la mayor ventaja es que todos se sienten implicados en la Copa Davis", resalta. Su implicación llega al punto de que dos jugadores del nivel de Costa y Corretja están dispuestos a formar un doble más o menos estable que pueda ofrecer garantías en el futuro.

"Ya sabemos que en Sevilla no han estado a su mejor nivel", reconoció ayer Moyà, que ganó a Christophe Rochus por 6-2 y 6-2 en 57 minutos tras la victoria de Ferrero sobre Cristof Vliegen por 6-1 y 6-4 en 52. "Sin embargo, son una pareja bien compenetrada, ganaron el bronce olímpico en Sydney 2000 y estoy convencido de que van a ir a más", agregó el mallorquín; "por mi parte, estoy a disposición de los capitanes. Si creen que algún día debo jugar el doble, lo haré".

La disposición de los tenistas es tan importante como lo fue en 2000. "Aquel año la involucración de jugadores y técnicos fue creciendo a medida que se pasaban rondas. Y ahora, igual. El equipo tiene buen ambiente. E irá a más", advierte Perlas.

Contrariamente a lo que hizo el año pasado, el G-3 ha reducido a seis el círculo de jugadores básicos. Además de los cuatro convocados ante Bélgica, están también en la órbita el doblista Joan Balcells, que atraviesa un momento difícil en su juego, y Tommy Robredo. Pero el bloque no está cerrado. Cualquiera que destaque puede ser incorporado.

"Cuando asumimos el proyecto", reflexiona Perlas, "hablamos con los jugadores, miramos hacia atrás para rectificar los errores y apuntalamos el futuro en base a las necesidades que ellos nos expresaron. Tenemos a cuatro grandes tenistas para los individuales y dos quieren prepararse bien para el doble. Creo que eso da mucha consistencia al equipo. Porque los cuatro pueden jugar los individuales con muchas garantías. Mientras no surja una opción muy clara para incorporar a un doblista, no veo motivos para cambiar las cosas".

GRUPO MUNDIAL: Octavos de final: Rumania, 1; Francia, 4. Holanda, 2; Suiza, 3. Australia, 4; Gran Bretaña, 1. Suecia, 3; Brasil, 2. Croacia, 3; Estados Unidos, 1. España, 5; Bélgica, 0. Argentina, 5; Alemania, 0. República Checa, 2; Rusia, 3. Cuartos de final: El vencedor de la primera eliminatoria contra el de la segunda, y así sucesivamente.