El Barça sigue en coma

Nada cambia en el Barça, que mantiene sus pésimas constantes. Se fue Van Gaal y Gaspart acudió al palco del Camp Nou de cuerpo presente. Es presidente del Barça y no lo es. Está en un tránsito que le tiene descolocado. Asistió al partido y obsequió al personal con una cara de lástima que profundiza en el papel que se ha asignado este hombre. No es capaz de abandonar su interpretación de doliente, como si a la gente le importara. Gaspart es pasado en un club que vive momentos críticos. Los tres últimos años han sido nefastos: en el capítulo deportivo, en el económico y en la credibilidad de un club que ha perdido el rumbo. La recuperación se antoja muy complicada porque el margen de maniobra del sucesor de Gaspart es mínimo. No hay dinero, ni jugadores. No, al menos, los jugadores que se esperan del Barça, el club que resolvía sus peores problemas fichando a los mejores del mundo: Cruyff, Schuster, Maradona, Romario y Ronaldo, por citar a los indiscutibles. Parece una broma pensar que ese papel lo cumplen ahora Saviola y Riquelme, a los que difícilmente se les puede asociar con un buen Barça. Y en el horizonte no aparece ninguna señal de cambio.

Este Barça menor, homologable con cualquier equipo de la zona media y baja, no pudo derrotar al Athletic, que hizo mucho por cederle la victoria en los primeros minutos del partido. La mediocridad de la defensa bilbaína permitió el mejor aterrizaje posible para Antic. El Barça anotó dos goles en los primeros minutos y se pensó en una cómoda victoria. No fue así. Al equipo le salieron todos los defectos, que son innumerables en estos días. Fuera de Kluivert y de los destellos de Overmars, al Barça le faltan jugadores de primera fila. Se notó en una tarde crucial. Sin grandes recursos, el Athletic le empató porque así lo pedía la inercia del encuentro. Replegado y tristón, el Barça concedió el empate en una pésima actuación.

De la jornada sale vencedor el Madrid, boyante con los goles. Si juega bien o no, es algo a discutir, pero se le ve firme en la persecución de la Real, que empieza a sufrir. Jugó mal frente al Espanyol, o sin luces. Pagó las ausencias de Nihat y De Pedro. Ahora tendrá que pechar con la baja de Xabi Alonso, lesionado en un tobillo. Al Madrid le salió la tarde perfecta: pincharon el Valencia y el Depor. No se puede considerar otra cosa los empates frente al Recre y Osasuna, que están en las antípodas de la clasificación. Pero aquí nadie da tregua. Es lo grande de la Liga.