El SCH suspende la junta general de accionistas prevista para el 22 de febrero

El Santander Central Hispano (SCH) ha decidido, por sorpresa, suspender la junta general de accionistas prevista para el próximo 22 de febrero en Santander. El retraso se debe a "la incertidumbre económica y política", según fuentes consultadas. Oficialmente la junta se tenía que convocar, como muy tarde, mañana, aunque todo estaba ya preparado: la memoria del ejercicio ya está en la imprenta y ya se había reservado el Palacio de Festivales de Santander.

Sorpresas, teléfonos y todo tipo de rumores ayer en la sede madrileña del Santander Central Hispano (SCH). El lunes, en la comisión ejecutiva, el banco tomó la decisión de aplazar la junta de accionistas y dejar sólo la ordinaria que, tradicionalmente, se celebra en junio. La entidad se decidió con 20 días de antelación sobre la fecha prevista, y cuando sólo le quedaban cinco para anunciar oficialmente la celebración del acto a través de un periódico nacional y otro de alcance local. La fecha límite, según la ley, es el 30 de junio, seis meses después del cierre del ejercicio.

El banco comunicará hoy mismo a sus directivos la decisión sin entrar en explicaciones. No obstante, fuentes consultadas han subrayado la importancia que tiene "el clima de incertidumbre económica y política que reina en estos momentos por la situación prebélica", lo que aconseja suspender la junta hasta junio. Para ese mes se espera que se hayan despejado las actuales incógnitas y se puedan hacer previsiones más fiables. Tradicionalmente, las juntas de los bancos se celebraban en junio; pero la carrera entre los siete grandes por ser los primeros provocó que se adelantaran a febrero. El BBVA tiene previsto celebrar una junta el 1 de marzo.

El banco desplaza a más de 300 directivos sólo de los 12 países de América Latina, además de otro grupo procedente de Estados Unidos y de las filiales europeas. A la cita de Santander también acuden más de 500 ejecutivos de todas las regiones españolas. La gran infraestructura de aviones y hoteles que exige un acto de estas características, estaban ya en marcha.

Infraestructura

De hecho, el Palacio de Festivales de Santander, donde se suelen celebrar las juntas, ya había sido alquilado y se había comunicado a los medios de comunicación la fecha del 22 de febrero. Incluso, se había cerrado las pruebas de imprenta para editar la memoria del ejercicio. Conseguir tener listo este documento ha sido un gran esfuerzo para todos los departamentos implicados en el proceso, ya que las cuentas del ejercicio se han cerrado hace sólo unas semanas.

Con la supresión de esta primera junta, el banco también evitará el rosario de intervenciones contra Emilio Botín y la dirección del SCH que, cada vez, se producen en el turno de ruegos y preguntas por parte de accionistas cercanos a Mario Conde y al antiguo equipo directivo de Banesto, entidad que adquirió el Banco Santander tras su intervención en 1993. Entre ellos, destaca Rafael Pérez Escolor, ex consejero de Banesto y condenado por su gestión. Además de Pérez Escolar, un grupo de abogados interviene junto a él. En total, se han presentado 23 querellas, la mayor parte de ellas desestimadas. El martes mismo, en la junta de Banesto, hubo varias intervenciones en ese sentido.

Precisamente, una de esas querellas llevó recientemente al presidente del SCH, Emilio Botín, a comparecer en la Audiencia Nacional. El querellante, Francisco Franco Otegui, acusa a Botín y al ex copresidente José María Amusátegui, de delito societario por el cobro de 43,5 millones de euros por su marcha adelantada del banco. La querella sostiene que Botín saldó su enfrentamiento con Amusátegui con este pago. Éstos aseguraron a la juez Palacios que estaba recogido en los acuerdos de fusión de 1999. La memoria de este año recoge la indemnización recibida por Ángel Corcóstegui, ex vicepresidente y consejero delegado, que dejó el banco en febrero de 2002.