El intento de golpe de Estado, en vías de fracaso
Guardias civiles rebeldes se hacen fuertes en el Congreso y mantienen como rehenes al Gobierno y al Parlamento
El golpe de Estado protagonizado ayer tarde por un destacamento compuesto por 150 guardias civiles al mando del teniente coronel Tejero -conspirador de la operación Galaxia- parece en vías de fracaso. Pese a la tensión del momento -el Gobierno y el Parlamento permanecen como rehenes de los rebeldes en el palacio del Congreso-, la situación era normal en todo el país, salvo en Valencia, donde el general Milans del Bosch decretó por su cuenta el toque de queda, tomó la ciudad bajo su exclusiva autoridad y desplegó fuerzas acorazadas y mecanizadas en los puntos estratégicos. La ciudad estaba prácticamente en manos militares. El Rey se puso en contacto con la Junta de Jefes de Estado Mayor e indicó a los subsecretarios y secretarios de Estado que se constituyeran en Gabinete para contrarrestar la intentona de los rebeldes, que mantenían como rehenes al Gobierno de la nación y a todos los parlamentarlos. Fuerzas leales a la autoridad constitucional, compuestas por efectivos de la Policía Nacional, GEO y Guardia Civil, rodeaban a medianoche el edificio del Parlamento y conminaron a los sublevados para que depusieran su actitud, y se esperaba un mensaje de Don Juan Carlos por RTVE, para explicar a los ciudadanos el desarrollo de los acontecimientos. Los diputados votaban la investidura de Calvo Sotelo cuando los rebeldes irrumpieron en el hemiciclo e interrumpieron la normalidad constitucional.
El golpe de Estado protagonizado ayer tarde por un destacamento compuesto por 150 guardias civiles al mando del teniente coronel Tejero -conspirador de la operación Galaxia- parece en vías de fracaso. Pese a la tensión del momento -el Gobierno y el Parlamento permanecen como rehenes de los rebeldes en el palacio del Congreso-, la situación era normal en todo el país, salvo en Valencia, donde el general Milans del Bosch decretó por su cuenta el toque de queda, tomó la ciudad bajo su exclusiva autoridad y desplegó fuerzas acorazadas y mecanizadas en los puntos estratégicos. La ciudad estaba prácticamente en manos militares. El Rey se puso en contacto con la Junta de Jefes de Estado Mayor e indicó a los subsecretarios y secretarios de Estado que se constituyeran en Gabinete para contrarrestar la intentona de los rebeldes, que mantenían como rehenes al Gobierno de la nación y a todos los parlamentarlos. Fuerzas leales a la autoridad constitucional, compuestas por efectivos de la Policía Nacional, GEO y Guardia Civil, rodeaban a medianoche el edificio del Parlamento y conminaron a los sublevados para que depusieran su actitud, y se esperaba un mensaje de Don Juan Carlos por RTVE, para explicar a los ciudadanos el desarrollo de los acontecimientos. Los diputados votaban la investidura de Calvo Sotelo cuando los rebeldes irrumpieron en el hemiciclo e interrumpieron la normalidad constitucional.
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