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Microsoft ofrece a Gobiernos y organismos los códigos de Windows para ganarlos como clientes

La empresa de Bill Gates hace frente a su competidor Linux, un sistema libre y gratuito

La compañía Microsoft ha puesto en marcha una estrategia comercial y de relaciones públicas que pasa por entregar a Gobiernos y organismos de todo el mundo el código fuente de Windows, el lenguaje de programación que contiene los secretos del funcionamiento de ese sistema operativo. La decisión de la compañía, lejos de estar basada en la generosidad, pretende evitar que grandes administraciones o corporaciones construyan sus redes informáticas con sistemas operativos de acceso libre y gratuito, como es el caso de Linux. La empresa de Bill Gates asegura que la distribución de los códigos de Windows permitirá fortalecer la seguridad del programa.

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La iniciativa de desvelar los códigos de Windows nada tiene que ver con el acuerdo judicial que prácticamente cerró el caso Microsoft. La empresa sólo estaba obligada a entregar parte de ese código a las compañías que desarrollan aplicaciones para el sistema operativo, de manera que esos programas puedan ser tan compatibles con Windows como los que fabrica la propia Microsoft.

Repentinamente, la empresa de Bill Gates ha anunciado la puesta en marcha del Government Security Program, el Plan de Seguridad en los Gobiernos: la compañía entrega todo el código fuente de Windows a Gobiernos y organismos internacionales para que comprueben la seguridad y la solidez del sistema y sugieran posibles modificaciones.

Craig Mundie, responsable de Estrategias Tecnológicas en Microsoft, asegura que su compañía "tiene un interés empresarial en lograr que la gente se sienta a gusto con nuestro software, sea cual sea su trabajo". La OTAN y el Gobierno de Rusia son dos de los primeros "clientes" de este servicio, que se ofrece sin contrapartidas. Los Gobiernos y las instituciones tendrán acceso a través de Internet a todo el lenguaje de programación de las últimas versiones de Windows e incluso a las que ahora se encuentran en fase beta o de desarrollo.

En realidad, Microsoft pretende evitar que clientes potenciales de gran envergadura -los Gobiernos de países que todavía no han adoptado un sistema operativo para sus redes informáticas- huyan hacia el código abierto. El sistema Linux roba mercado a Microsoft en ese terreno no sólo por ser gratuito, sino, por encima de todo, porque su carácter abierto fomenta el libre acceso de los programadores al código fuente, lo que permite mejorar día a día la seguridad de los datos y la estabilidad del sistema. En cambio, las últimas versiones de Windows son constante objeto de crítica por diferentes agujeros en su seguridad.

No es tampoco casualidad que los responsables de Microsoft citen a China, India y Brasil entre los 60 Gobiernos que cumplen los requisitos para acceder al código. Son tres de los cinco países más poblados del planeta y están todavía a las puertas del salto informático.

En último término, Gates quiere evitar la fuga de clientes tan suculentos como el Gobierno de Alemania, que firmó en junio un acuerdo con IBM para instalar redes informáticas públicas basadas en el sistema Linux. Este sistema operativo permite a cada usuario modificarlo a su medida sin que pierda sus características de seguridad. Otros Gobiernos estudian aprobar legislaciones que obliguen la contratación pública de sistemas abiertos y gratuitos salvo que no exista otra alternativa que la del software de pago.

Un cebo comercial

Según algunos expertos, la decisión de Microsoft es simplemente un cebo comercial: "Es una maniobra brillante. Les da una victoria en el terreno de las relaciones públicas y un argumento frente a los defensores de los sistemas de código abierto, lo que les sitúa en una posición mejor ante los Gobiernos que se están planteando si siguen haciendo negocios con ellos", asegura Michael Gartenberg, director de investigaciones de la empresa Jupiter Research, que analiza el sector tecnológico.

El acuerdo de distribución del código fuente sólo requiere la firma de un contrato de confidencialidad, pero no establece compensaciones económicas. Algunas universidades y socios tecnológicos de Microsoft ya han tenido acceso al código en los últimos dos años, aunque sólo para tareas de investigación y nunca con permiso para modificarlo.

Los Gobiernos e instituciones podrán sugerir modificaciones del código fuente de Windows para tareas específicas, como el manejo o la seguridad de la información fiscal de los contribuyentes.

Bill Gates, durante una comparecencia en junio de 2001.
Bill Gates, durante una comparecencia en junio de 2001.REUTERS

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