El Madrid entra por fin en racha
El conjunto de Imbroda logra ante el Manresa su tercera victoria consecutiva
Será casualdiad, sin duda, pero fue ponerse Lolo Sainz al mando de la selección de baloncesto del Madrid y ponese el equipo a ganar. Tres victorias consecutivas lleva, algo que parecía imposible en la actual temporada. Está en racha el Madrid, por supuesto sin hacer un baloncesto de altura y ello le permite mantener sus opciones de disputar la próxima Copa del Rey. Otra vez el conjunto madridista coqueteó con el vacío. Dilapida ventajas de más de diez puntos con la misma facilidad con las que las logra y se asoma al precipicio.
Entre el Real Madrid y el Manresa no hay un mundo, debería confluir una galaxia. La carencia insultante de envergadura de los pívots manresanos resulta chocante. Llorens, con 2,02 metros, y Patterson con 2,06, poco pueden ofrecer ante Tarlac y Sonseca. Un equipo de bajitos extraño en esta competición. Pero ni eso sabe aprovechar Tarlac. Escasamente exigido ayer, sus movimientos por la zona contraria son sospechosos. Para recibir hay que buscar, y para enseñar los galones al defensor se debe avasallar. Ni lo uno ni lo otro hace Tarlac.
REAL MADRID 65 - MANRESA 54
Real Madrid: Victoriano (16), Mumbrú (16), Digdeu (2), Alston (4), Sonseca (3) -cinco inicial-; Mena, Lucio Angulo (5), Tarlac (8) y Reyes (11). Manresa: Oliver (8), Laviña (7), Cilla (2), Patterson (6), Llorens (12) -cinco inicial-; Lázaro (9), Williams (7), Escudero (3) y Peñarroya. Árbitros: Sancha, Rosado y García Leal. Unos 5.200 espectadores en el Raimundo Saporta.
Con Herreros lesionado en el calentamiento, el perímetro fue para Victoriano y Mumbrú. El argentino aupó a los suyos en los dos primeros cuartos con sus particulares triples. En vez de arrimarse a la línea de 6,25, da un pasito atrás y telegrafía casi desde ocho metros. Apuesta arriesgada y espectacular que aguanta mientras existe efectividad.
Tuvieron los de Imbroda dos cuartos, los primeros, para haber dado carpetazo. En el descanso se fueron con 10 puntos de ventaja (35-25). El Manresa se sentía inferior, no creía en sus posibilidades. Hasta que en el tercer cuarto, con Victoriano en el banquillo resguardado de las faltas, y Mena de director, el Madrid decidió inyectar vida a los catalanes. Los triples de Oliver descentraron a los blancos, ya de por sí propensos a convocar huelga de juego.
Alston y Tarlac, de nuevo, decidieron en ese momento que el asunto no era de su incumbencia. Al final del tercer cuarto, el Manresa ya había alcanzado al Madrid (46-46). Además, Mena no está para muchos trotes y bastante tiene con preocuparse de no perder la posesión.
Los últimos diez minutos encumbraron a los jugadores en los que puede confiar Imbroda. Tachados Alston, Tarlac y Digbeu, resurgieron Mumbrú y Victoriano. En esos instantes en los que el balón parece un juguete, al base le dio por domarlo. Volvió a lanzar desde ocho metros con acierto y dejó para la galería una de esas jugadas imposibles. Sin ángulo, ladeado y cayéndose superó la frontera levantada por los pívots manresanos.
Mumbrú también tuvo algo de culpa en la victoria de los blancos. El fichaje que mejor rendimiento está ofreciendo a Imbroda ha cargado este curso con el peso que otros se niegan a soportar. Por supuesto, el lanzamiento definitivo del Madrid, se produjo con Alston y Tarlac plácidamente sentados, que es la perspectiva que para ambos comienza a ser natural.
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