Una zaga experimental

La defensa improvisada anoche por Van Gaal le duró diez minutos. Gerard, que repetía como central, se lesionó en la rodilla izquierda y tuvo que ser sustituido por el debutante Oleguer, añadido a la convocatoria por el glosario de bajas que el Barcelona arrastra en la línea más cercana a Bonano. Aun así, las ausencias no impidieron que la defensa fuera la zona más poblada por Van Gaal. Dos centrales se situaron alrededor del líbero Cocu (Gabri y Gerard) mientras que Motta y Puyol actuaron como carrileros adelantados, pero sin quitar el ojo de encima a los interiores del Málaga: Gerardo y Musampa. Es decir, aires de preocupación por la doble D formada por Darío Silva y Dely Valdés. Los arietes malaguistas sometieron a una presión contínua a los tres centrales que los vigilaban y que en la mayoría de ocasiones no tenían otra salida que quitarse el balón de encima. La presteza física de la delantera local decayó en la segunda mitad. A medida que pasó el tiempo, Gabri, Cocu y Oleguer se tranquilizaron y el equipo se estiró con los cambios pese a la reaparición de Canabal después de cuatro meses lesionado.