Resistamos

Ignoraba que en Brasil, donde los niños disputan a las ratas una cáscara de naranja, las autoridades habían decidido gastarse casi mil millones de dólares en aviones militares destinados a una guerra inexistente. No lo publicó nadie en su día, y eso sí que era una noticia extraordinaria. ¿Por qué lo inaudito pasa inadvertido y lo normal, que es la decisión de suspender esa compra loca, ocupa las primeras páginas de los periódicos? ¿No tienen ustedes la impresión de que vivimos ya en el otro lado del espejo? Ahora mismo, por ejemplo, no hay lugar más desasosegante que un aeropuerto, donde te pueden cachear doscientas o trescientas veces hasta encontrarte lo que no tienes. Dicen que ese desasosiego proporciona seguridad, pero yo digo que proporcionará seguridad al padre de Bush, porque a mí me da mal rollo.

En tales circunstancias conviene hacer ejercicios de autoafirmación frente al espejo. O sea, que no lo dude: usted lleva razón cuando le parece intolerable que sea la mafia, y no el sentido común, quien decida el precio de la vivienda. Usted está en lo cierto cuando afirma que el Gobierno debería cachear a los delincuentes que especulan con las cosas de comer y no a las personas de orden. A usted le sobran argumentos para sospechar que Cascos tomó la decisión de alejar el Prestige de la costa a tontas y a locas. Usted no se equivoca cuando al ver las cifras de siniestralidad laboral colige que el Ministerio de Trabajo es un decorado teatral. Usted hace bien en no mirar a Sadam Husein como a un enemigo personal. Es usted el que está en sus cabales, compañero. Dos y dos son cuatro y siete por siete son cuarenta y nueve.

Resista, hágase fuerte. Aunque le digan lo contrario por tierra mar y aire, usted sabe que es inconcebible que Fraga no haya dimitido, que Jaume Matas siga siendo el guardián del medio ambiente, que la suegra de Agag aspire a ocupar una concejalía de asuntos sociales, que Mendiluce intente sacar tajada de su condición sexual, que Michavila sea ministro de Justicia y Jesús Gil presidente del Atlético.

No vacile: está demostrado científicamente que es la Tierra la que da vueltas alrededor del Sol y no al revés.