_
_
_
_
Reportaje:

Un choque que apagó la música

Una familia de Vallecas pide que se haga justicia por la muerte de su hijo en un accidente de tráfico

F. Javier Barroso

La música tecno ya no suena en la casa de la familia García López, en Vallecas. Un accidente de tráfico segó de cuajo la vida del tercer hijo de este matrimonio, que ha vivido siempre en el barrio de Palomeras. Cinco jóvenes que acababan de robar un BMW y que supuestamente habían atracado un supermercado, se empotraron el pasado 2 de enero a más de 150 kilómetros de velocidad contra el Volvo que conducía Rubén.

Este joven de 19 años murió una hora más tarde como consecuencia de las graves lesiones que sufrió. La familia, en especial sus padres, piden ahora la máxima condena por "este asesinato". Ayer se enfrentaron con una cruda realidad. Cuatro de los cinco ocupantes del turismo robado están en la calle. Sólo permanece en prisión preventiva el conductor, Pedro G. B., de 19 años, acusado en principio de homicidio culposo.

Rubén salió de casa la tarde del pasado jueves 2 y fue a recoger a su mejor amigo, Javier. Ambos tenían en común su afición por la música tecno. De hecho, se dirigían a un polígono de Vallecas a alquilar unos amplificadores porque pinchaban la víspera de Reyes en la sala Arena, de la calle de Princesa. La mala fortuna le hizo perder la vida en un segundo.

Es el tiempo que tardó en chocar un BMW robado con el Volvo 740 que conducía Rubén. El accidente se produjo en la confluencia de las calles de Villalobos y de los Leones, en Puente de Vallecas. Se acaba de poner el semáforo en verde para Rubén, por lo que esté inició la marcha a una velocidad moderada. No se percató de que por la vía perpendicular le entraba a más de 150 kilómetros por hora un BMW. El choque fue directo a la puerta del conductor, que sufrió un fuerte traumatismo torácico, además de rotura de una pierna y cortes por el cuerpo. Su acompañante, Javier, resultó herido con golpes y magulladuras por todo el cuerpo.

La potencia del choque hizo que el Volvo, aunque pesa 1.600 kilos en parado y es uno de los turismos más fuertes del mercado, diera varias vueltas de campana, antes de terminar subido a la acera. Allí golpeó a una mujer y a su hija recién nacida, que resultaron heridas de carácter leve.

Los cinco ocupantes del BMW salieron corriendo y se dirigieron al número 147 de la calle de Villalobos, donde se encontraba el domicilio de uno de los implicados. Así trataron de evitar su detención. Sin embargo, los agentes de la Policía Municipal les arrestaron antes de que consiguieran su propósito.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los bomberos tuvieron que sacar a Rubén del amasijo de hierros en que quedó convertido el vehículo. Rompieron el techo y las puertas. "Me avisó una vecina y bajé corriendo. Creíamos que no era importante por la calle [pequeña] en la que se produjo. Además, le vi consciente y hablando cuando entró en la UVI, lo que me dio muchas esperanzas", señala su madre, Virginia López.

La realidad era bien distinta. El herido sufría gravísimas heridas internas, que le costaron la vida cuando estaba en el hospital Gregorio Marañón. "Tenía unas lesiones tan importantes que no pudimos donar sus órganos. Mi hijo murió en la mesa de operaciones sin que los médicos pudieran hacer nada por salvarle la vida", concluye el padre, Dionisio García Huerta.

La sorpresa llegó ayer cuando se dirigieron al juzgado a tramitar la documentación que le pide la autoridad judicial. Allí les informaron de que sólo uno de los cinco implicados permanece en prisión provisional. "¡Qué poco vale la vida de algunos! Mi hijo está en el cementerio desde hace una semana y los que le han matado están campando libremente. Mi hijo, desde luego, no ha tenido ninguna oportunidad", protesta la madre.

Cambio legislativo

"Lo más duro es que están en la calle y pueden volver a cometer un delito tan grave como el que le costó la vida a mi hijo. No puedo entender que las leyes permitan a esta gente estar libres con la pérdida tan importante que hemos sufrido. Espero que alguien se dé cuenta y las cambie", añade el padre. "Estamos como en una nube. Antes llegaba a casa y oías a mi hijo cómo pinchaba música para prepararse para sus conciertos. Ya nunca más volveremos a oírlo", concluye muy emocionado.

Rubén, tercero de cuatro hermanos, era mecánico de profesión. Estaba empleado en la empresa Man como repartidor de repuestos de camiones. El día que murió acababa de comenzar sus vacaciones de Navidad. Ésas que nunca pudo disfrutar.

Carta a Rubén

David García, con 26 años, es el mayor de los cuatro hermanos. Desde su dolor, le ha escrito una emotiva carta a Rubén, de 19, que murió en un accidente de tráfico provocado por unos rateros: "Estoy pasando el peor momento de mi vida. Es horrible la soledad y la tristeza que me invade cada noche, cuando me tengo que ir a dormir y no está mi hermano en la habitación". "Rubén era una persona excepcional, cariñosa, siempre dispuesto a ayudar a los demás. No se metía con nadie y siempre tenía una sonrisa en la boca".Ahora, el hermano pide "justicia", ya que no quiere que la muerte de su hermano "se quede en una simple estadística a final de año". "Fue un asesinato y sólo deseo que los responsables paguen por ello y sufran en la cárcel el peor de los infiernos". "A ti, hermano, decirte que mi vida nunca va a ser igual sin ti. Que te echo muchísimo de menos y que te quiero con toda mi alma", concluye el escrito.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_