Una mujer fallece y causa un muerto tras hacer estallar su vivienda ante un desahucio
La explosión de varias bombonas de gas mató a un transeúnte y dejó ocho heridos
Dos muertos, ocho heridos, 40 familias desalojadas y cinco edificios afectados es el saldo de una explosión de gas provocada ayer por la mañana en una vivienda de la ciudad de Málaga. Una de las víctimas es la mujer que supuestamente causó la deflagración de varias bombonas en respuesta a una orden de desahucio por el impago del alquiler. La otra, un transeúnte que quedó sepultado bajo los escombros producidos por la explosión. La mujer reventó el piso poco después de que el secretario judicial le comunicara el desahucio, cuando ya llegaban los bomberos.
El segundo piso de la calle Andalucía número 22 de Málaga era ayer un amasijo de paredes derruidas y muebles destrozados. Allí murió, a las 10.13 de la mañana, Ana Moreira Rivas, de 57 años. La mujer vivía sola y era inquilina. Desde hacía varios meses no podía pagar el alquiler, por lo que un juzgado había dictado una orden de desahucio que iba a ser ejecutada de inmediato. Pero la mujer no dio lugar a su desalojo. Sobre las 10 de la mañana, un agente judicial se acercó a la vivienda para notificarle el desahucio, notó un fuerte olor a gas y alertó a la policía.
Minutos después, cuando los bomberos trataban de acceder al interior del piso, se produjo la explosión. Las paredes y el balcón de la vivienda se desplomaron. Un sofá salió despedido y cayó sobre la acera del bloque siniestrado. En la deflagración, perdió la vida la inquilina, quien según los responsables de la comisaría provincial había vaciado "varias bombonas de gas".
La explosión causó además nueve heridos, entre ellos cinco bomberos, tres viandantes y un policía local. Siete requirieron hospitalización. El más grave era Atilio García Ron, un hombre de unos 50 años, que pasaba por debajo de la vivienda en el momento preciso de la detonación y que fue aplastado por la fachada. Fue trasladado al hospital Carlos Haya con traumatismo craneal, torácico y fractura en ambas piernas. Sobre las 20.00 horas, el hospital confirmó su fallecimiento.
El otro peatón que también sufrió traumatismos y contusiones a causa de la onda expansiva continúa en el Clínico. Además, hay ingresados dos bomberos que resultaron con quemaduras de segundo grado en la cara cuando trataban de entrar en la vivienda. Los otros heridos fueron dados de alta.
Los vecinos no coincidían ayer en la descripción de la fallecida. Mientras unos la definían como una persona normal, otros aseguraban que era muy solitaria y vivía rodeada de gatos. Nadie pudo cuantificar cuánto debía ni desde cuándo. Una vecina apuntó que el propietario le dijo en alguna ocasión que le perdonaba la deuda, pero que debía abandonar el piso. Aunque supuestamente el impago se debía a que carecía de recursos, en el Ayuntamiento no consta ninguna petición de ayuda social.
Durante todo el día, los bomberos retiraron escombros y cristales rotos de los cinco bloques afectados por la onda expansiva para evitar nuevos desplomes. Por la tarde, los inspectores de la Gerencia de Urbanismo constataron que la explosión no dañó la estructura del edificio, sino sólo el forjado entre la primera y la segunda planta, por lo que los vecinos de los bloques contiguos pudieron volver a sus casas.
Solo los siete habitantes del número 22 de la calle Andalucía tuvieron que pasar la noche fuera de sus viviendas. El Ayuntamiento se hizo cargo de la comida y del realojo de los vecinos y avanzó que también asumirá la reparación de los edificios, sin perjuicios de aquellos daños que estén cubiertos por seguros.
