La sociedad considera a los inmigrantes y los gitanos culpables de su exclusión laboral, según un estudio

La sociedad española actual sigue siendo racista, aunque lo manifiesta de forma más sutil que hace unos años. Según un estudio realizado por la Universidad de Granada, la mayor parte de los encuestados considera que los inmigrantes y los gitanos son los culpables de su propia exclusión social y de su falta de integración laboral.

El trabajo de investigación realizado durante casi cuatro años por un grupo de expertos del departamento de Psicología Social de la Universidad granadina ha servido para concluir que los prejuicios y el racismo hacia determinadas razas o colectivos sigue presente en la sociedad, aunque con una variación importante respecto a hace más años. Ahora "se han creado nuevas formas de racismo más sutiles. La gente no admite sus recelos de forma manifiesta, sino que lo deja traslucir a través de sus pensamientos acerca de los valores propios y ajenos", explicó el coordinador del estudio, Miguel Moya.

La encuesta, en la que se ha fundamentado la mayor parte del estudio, se ha realizado a un millar de personas de la provincia de Granada, aunque, según Moya, "los resultados pueden hacerse extensivos al resto de la sociedad española".

Las personas consultadas no describen a los inmigrantes o a los gitanos como delincuentes, pero sí les adjudican unas diferencias culturales, de religión y de valores que justifican su exclusión del mercado laboral. Según explicó el coordinador de este proyecto, incluido dentro del Plan Nacional de I+D, "para rechazar a alguien lo más fácil es exagerar las variaciones culturales y obviar las semejanzas". La diferencia de valores justifica la actitud racista.

Para obtener estas conclusiones se pedía a los encuestados que puntuaran la importancia que para ellos tenían valores como el trabajo o el logro y la que a su juicio le otorgan otros colectivos a esos mismos aspectos de la vida social. La población de la encuesta considera que los gitanos y los inmigrantes son los que tienen valores más diferentes a los suyos.

El estudio distingue entre los inmigrantes magrebíes y los de origen latino. Para la sociedad española este último colectivo tiene semejanzas culturales y de valores que atenúan el rechazo social, mientras que los procedentes de África son los más perjudicados.

La discriminación hacia las mujeres también se pone de manifiesto en este trabajo. La mayoría de los hombres encuestados no se declara en contra de la incorporación de la mujer al mundo laboral, pero, dado su temor a resultar perjudicados, advierten de que las mujeres "están yendo demasiado deprisa". En la mayor parte de los casos, los hombres están en contra de las medidas de discriminación positiva.