Pujol pide un esfuerzo en defensa de la identidad para cuando él deje el cargo

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, pidió ayer a la sociedad civil que se implique a fondo para reforzar la identidad catalana y el "bien común" cuando él abandone el Gobierno catalán. En su último mensaje de fin de año en el cargo, Pujol se mostró muy satisfecho con los resultados de sus casi 23 años de mandato, pero lanzó un "grito de alerta" ante los retos que a su juicio debe afrontar Cataluña -entre otros, citó la globalización y la inmigración- y situó la "clave del éxito" en tener "ambición colectiva".

La larga despedida de Pujol como presidente de la Generalitat tuvo ayer un nuevo episodio: pronunció el último mensaje de fin de año en el cargo, en el que reiteró su deseo de "ejercer hasta el final" su mandato. Pujol se mostró "orgulloso" de su gestión y del "progreso" que ha vivido Cataluña desde 1980, cuando fue investido presidente por primera vez, mérito que hizo extensivo también a los ayuntamientos, toda la clase política y la sociedad civil. "Todo el país tiene el derecho a la medalla", aseguró.

No obstante, tras subrayar el "éxito" del modelo catalán -utilizó la expresión en inglés de success story [historia de éxito]- , el veterano dirigente nacionalista advirtió de los peligros que, a su juicio, acechan Cataluña y se dirigió muy especialmente a la sociedad civil para que se implique a fondo para preservar la identidad de Cataluña y la "ambición colectiva". "¿Cataluña ha alcanzado una situación que la coloca fuera de peligro?", se preguntó Pujol. Él mismo se contestó con un rotundo "no".

En su opinión, los nuevos "retos" derivados de la nueva inmigración y de la globalización obligan a un mayor compromiso de la sociedad civil. Y el presidente de la Generalitat, que evitó citar a partidos políticos para transmitir una perspectiva más a largo plazo, volvió a aludir explícitamente al "peligro de la involución autonómica". Eso sí, sin mentar en esta ocasión al Partido Popular (PP), el aliado parlamentario con el que concluirá su mandato, en otoño de 2003.

El presidente de la Generalitat hizo una defensa de la política y reclamó a la sociedad civil un compromiso que evite que se instale "en la indiferencia" y en el "egoísmo". "Hace muchos años que digo que Cataluña conseguirá altos niveles si evita caer en una mentalidad de cada uno a la suya", aseguró Pujol, quien añadió: "Ir cada uno a la suya es una enfermedad grave, que podría ser mortal". En su opinión, en los últimos años "el sentido del bien común se ha debilitado", por lo que reclamó un esfuerzo para recuperarlo, el paso previo, dijo, para poder defender la identidad de Cataluña.