El contraanálisis acusa a Gurpegui
El Athletic apela a irregularidades en el control para intentar invalidar el positivo de su futbolista
El contraanálisis ha confirmado el positivo por nandrolona del futbolista Carlos Gurpegui. Pese a ello, su club, el Athletic de Bilbao, mantiene que ningún producto con "presencia conocida de nandrolona ha sido facilitado al jugador, ni consumido por éste". El club no ha hecho pública la cantidad de 19-norandrosterona, metabolito de la nandrolona, hallada en la orina del jugador navarro.
La línea de defensa del futbolista, que puede ser sancionado con hasta dos años de suspensión y que disputó su último partido el pasado sábado, se basará en dos vías. Por un lado se buscará el defecto de forma exculpatorio, y así cabe interpretar el comunicado del club que alega "irregularidades" en el proceso del análisis. Por otro, siguiendo el ejemplo de todos los positivos por nandrolona de los últimos tiempos, se apelará a una poco probable producción endógena de la sustancia prohibida y a una ingesta involuntaria del producto, que aparecería, insidioso y sin anunciarse en la etiqueta, en "barritas energéticas" o en ayudas energéticas nutricionales suministradas por los médicos.
Las irregularidades denunciadas por el Athletic se resumen en que los frascos con la orina de Gurpegui estuvieron unos tres meses congelados en el laboratorio del Consejo Superior de Deportes, en Madrid, a la espera del análisis. La causa del retraso fue que las muestras de la Liga de fútbol no se consideran prioritarias y que en septiembre, cuando se tomó la muestra a Gurpegui, coincidieron la Vuelta a España, los Juegos Ecuestres, el Mundial de voleibol, el Mundial de remo, la Copa del Mundo de atletismo, el Mundial de pelota, el Mundial de tiro a vuelo, el Mundial de piragüismo, un par de reuniones de atletismo y diferentes controles de la selección absoluta de fútbol y de la sub 21 que la federación exigió se resolvieran en dos días. Mientras la tardanza, según el reglamento, no puede dar lugar a un defecto de forma, ni tampoco a un error en el análisis, sí que puede, según el Athletic, "tener influencia" en cuanto a la aportación de pruebas médicas u otros argumentos.
Según algunas fuentes, la cantidad de nandrolona del análisis de Gurpegui es superior a 5 nanogramos por mililitro, lo que, según los especialistas, no se compadece bien con una posible producción endógena en situaciones límite, un argumento que choca, además, con el escaso número de futbolistas que dan positivo por nandrolona: si fuera tan normal disparar la producción endógena, todas las semanas habría algún caso.
La mayoría de los positivos por nandrolona se han producido por contaminación de creatina, una sustancia permitida, debido a falta de control en su fabricación. Diversos estudios, uno de ellos emprendido por el Comité Olímpico Internacional, han avalado la tesis.
No sería extraño, así, que tal fuera el origen del positivo de Gurpegui, dado que, además, la creatina es una sustancia que se ha utilizado habitualmente en el Athletic. Iñigo Mujika, del departamento de investigación y desarrollo del Athletic y colaborador del médico Sabino Padilla, es uno de los mayores especialistas mundiales en creatina. Ha publicado estudios en revistas científicas basados en los jugadores del Athletic, y también en las Matildas, la selección femenina australiana, sobre las mejoras en el rendimiento en deportes de esfuerzos repetidos gracias a la creatina.
Al mismo tiempo, dado el áltísimo nivel de preparación de los servicios médicos del Athletic y la experiencia con la sustancia, extraña más aún un error de control de la calidad de la creatina suministrada a los futbolistas. Padilla, por otra parte, es un experto en el asunto. A finales de 2000 varios ciclistas del Vitalicio dieron positivo por nandrolona, achacados al consumo de unas barritas energéticas a base de ácidos grasos. El médico del equipo ciclista era Guillermo Cuesta, colaborador de Padilla en un centro de medicina privado.
De todas maneras, aunque se demostrara que Gurpegui tomó la nandrolona inadvertidamente, procedente de un suplemento nutricional contaminado, la calificación del caso no cambiaría: ningún comité acepta ese argumento como disculpa a la hora de sancionar.
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