Pamplona acoge una exposición sobre los 'inconformistas' rusos de la colección Guéron
El galerista presenta por vez primera en España 50 obras de los 'disidentes' del arte soviético
Jean Jacques Guéron conoció la pintura de Mijail Chemiakin en 1971. Ambos vivían en París. A raíz de ese encuentro, el coleccionista comenzó a interesarse por la obra de los exiliados soviéticos que llegaban a Europa con una importante trayectoria artística. Guéron empezó a tratar a jóvenes artistas desconocidos como Vladimir Yankilevsky, Oscar Rabine, Ilya Kabakov, Mijail Schwarzman o Edouard Steinberg, y fue adquiriendo cuadros puros, repletos de intimidad y realizados desde la perspectiva de quienes, arrojados de su propio país, no soñaban ni siquiera con exponer sus obras.
Hoy en día los lienzos de los inconformistas rusos cuelgan de las paredes de pinacotecas como el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Museum of Contemporary Art de Chicago, el centro Pompidou de París o el Stedelijk Museum de Amsterdam. Y la sala de exposiciones de Caja Navarra en Castillo de Maya de Pamplona se ha convertido en la primera sala española que expone la colección privada de arte contemporáneo ruso de la segunda mitad del siglo XX de Guéron.
Los cincuenta cuadros y tres esculturas que componen la inédita muestra colectiva recorren cuadro décadas de heterogénea estética (1960-2000) de dieciocho artistas rusos exiliados. "Es un trabajo irrepetible Llevaban Rusia en sus entrañas, en su técnica, en sus fuentes. Hoy en día las vanguardias rusas son indiferenciables de los artistas contemporáneos de Occidente. Pero los inconformistas crearon un estilo propio imposible de repetir", señala Jean Jacques Guéron.
Fuera del realismo soviético
Originarios de Moscú, Leningrado, Dnepropetrovsk, Kherson, Ekaterimburgo o Minsk, pintores como Valentina Kropivnitskaia, Lidia Masterkova, Ernst Neizvestny, Alexander Ney, Oleg Tselkov, Vladimir Yankilevski o Boris Zaborov bebieron el clasicismo de los motivos de las vanguardias rusas de principios de siglo XX (las figuras, la naturaleza, los paisajes, el retrato) y "asumieron como principales fuentes de inspiración aquellas ramas que más se alejaban del realismo socialista: el surrealismo y la tradición constructivista", subraya el comisario de la muestra, Fernando Francés.
"Aunque la apertura del país nos permitiría volver", explica el pintor Vladimir Yankilevski, afincado en París, "casi ninguno ha regresado porque las condiciones de vida en Rusia siguen siendo muy precarias".
Creadores de un arte disidente catalizado en los llamados grupos de San Petersburgo y de Lianozovo, los artistas fueron expulsados de la URSS por el Partido Comunista y sus cuadros, prohibidos e incluso destruidos públicamente. Hoy en día sus obras forman parte de las colecciones más prestigiosas de Rusia, las del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, la Galería Tretiakov, el Museo Pushkin o el Museo de Arte Contemporáneo de Moscú.
Guéron ha seleccionado para su primera exposición colectiva española composiciones pintadas, un conjunto de dibujos, grabados, collages y obras mixtas, así como varias extraordinarias esculturas de terracota de Alexander Ney.
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