¿Seguridad Jurídica?

Como la mayoría de los lectores conoce, el Congreso aprobó recientemente el Proyecto de Ley de Reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, contando con el apoyo del Partido Popular, CiU y Coalición Canaria.

Aunque desde ciertos sectores de opinión se ha venido pregonando que el conjunto de medidas aprobadas no constituye una reforma sustancial y sustantiva de la imposición directa en España, la verdad es que no sólo se introducen modificaciones relevantes en el IRPF sino que también sufren cambios el Impuesto sobre Sociedades, el Impuesto sobre el Patrimonio y el Impuesto sobre la Renta de No Residentes.

Desde el punto de vista del contribuyente, sujeto siempre a los vaivenes legislativos de una forma pasiva, la nueva normativa debe ser considerada desde un doble punto de vista. En primer lugar, y aunque las bondades de las nuevas medidas serán objeto de una segura controversia, una reforma de estas características siempre es una fuente de oportunidades.

Cambian el IRPF, el Impuesto de Sociedades, del Patrimonio y sobre la Renta de No Residentes

Un punto de vista más sombrío sobre la reforma sería considerarla como una nueva agresión al concepto de seguridad jurídica que debe servir como protección de los intereses financieros y personales de los ciudadanos. La necesidad de constituir un marco jurídico y tributario estable en el cual los ciudadanos puedan definir su participación en la vida económica en términos de ahorro e inversión con seguridad de que sus decisiones a medio y largo plazo no van a estar condicionadas por planteamientos externos -muchas veces, tiznados de un cierto componente electoral-, es un aspecto que no debería ser descuidado.

Sin embargo, un análisis sosegado de la realidad de los últimos años, sobre todo en lo relativo a la imposición personal, no solamente no ofrece una inversión en la tendencia del deterioro de la seguridad jurídica de los ciudadanos a nivel tributario sino que, y esto es lo más preocupante, permite observar un claro agravamiento.

Alfonso Amor y Amadeo Reynés son de AFInet (Grupo Analistas).