"Madrid está con bigotes, serio"
Pregunta. Acaba de estrenar Kamchatka, cuyo fondo es la dictadura argentina. ¿Es una cuenta pendiente para el cine de su país?
Respuesta. El pasado nunca es solamente una cuenta pendiente. Es una realidad y permanece impreso para siempre. Creo que es la primera vez que se trata desde la mirada de un niño. Pero en la película es una especie de paisaje en off para contar otras cosas.
P. ¿Qué tal marido es Ricardo Darín?
R. Pues en lo que lo conozco [risas]... Ricardo es un ser maravilloso. Es la primera vez que trabajamos juntos. Y creo que me volvería a casar con él en otra película.
P. ¿No ha tenido la tentación de cambiarlo por el suyo, Fito Páez?
R. Este... No. Estoy separada de Fito en este momento. Pero no por Ricardo Darín [carcajada].
P. "Si no actúo, me muero". ¿Se pasa el día en escena?
R. Si no actúo en el cine. Es como una necesidad. Para mí actuar es jugar, como volver a ese no control de la infancia. Me veo muy pequeña jugando a las casitas y sintiendo que todo era verdad.
P. ¿Cómo eran sus casitas?
R. Muy atípicas. Yo no jugaba con las muñequitas como si fueran mis hijas. Me inventaba cosas muy raras, y a mi pobre hermano le volvía loco, porque igual me pasaba haciéndome la muerta dos horas y el pobrecito a la media hora empezaba a creer que era verdad.
P. "Soy muy poco tanguera". ¿Qué tiene de argentina típica?
R. Pues ahora estoy más tanguera. Aprendí a bailar el tango por un par de películas. Empecé a sentir esa música, ese sonido, y esa sensualidad. Entraba naturalmente por mi cuerpo. Y empecé a disfrutar y a entender como con el cuerpo mucho más de lo que es el tango.
P. Se psicoanaliza desde los 17 años. ¿No está ya hecha polvo?
R. Ja, ja, ja. Todo lo contrario. Y voy y vengo, no es que esté en permanente control. Para mí es una gimnasia necesaria. Es una de las razones por las que estoy conectada con la realidad.
P. Dice su hermano que sus padres solucionaban los líos familiares contratando a un terapeuta.
R. Durante una época muy dura sí hicimos terapia familiar. Y creo que nos salvó la vida el psicoanalista, que dijo: "Corren peligro, sean conscientes de ello, váyanse de la Argentina".
P. ¿Hay argentino sin psicoanalista?
R. Supongo que hay un espectro argentino que sí es así y otro enorme espectro argentino que de ninguna manera.
P. ¿Para usted hay un antes y un después de Pedro Almodóvar?
R. Es que Pedro sería antes del 77. Pero sí, como hay un antes y un después con cada persona a la que amo intensamente.
P. Cuando vino en el 76 decía que los directores la obligaban a hablar en vallisoletano.
R. Y a los mismos españoles que tenían acentos que no eran vallisoletanos. Para mí fue un trabajo. En principio siempre me doblaban, pero luego las cosas empezaron como a ablandarse.,
P. ¿La ventaja del vallisoletano no era que podía coger el autobús y llamar a Concha?
R. [Risotada] ¿Pero es una ventaja eso?
P. Dice ser una nómada total. ¿Qué lleva en la mochila?R. Cremas. Me puedo llevar una camiseta y un vaquero, pero mi neceser de cremas... que no me falte.
P. Marisa Paredes, Eusebio Poncela... Todos dicen haber vivido en su casa de Buenos Aires. ¿Quién da la vez?
R. [Carcajada] Pues cada vez hay más lugar...
P. Pueden ser novedades transitorias.
R. Nunca se sabe.
P. ¿Qué es capaz de hacer en un ataque de pasión?
R. Tirarle a alguien un zapato a la cabeza. O pegarle un beso.
P. ¿Qué ve en su futuro inmediato?
R. Seguir viajando en avión. Estoy con la promoción de dos películas que he hecho este año y que adoro: Kamchatka y La hija del caníbal. Supongo que después de eso necesitaré un descansito.
P. Usted, que fue musa de la movida, ¿cómo encuentra ahora Madrid?
R. Es otro Madrid, evidentemente, pero también es otro mundo. Y los ojos de los veinte años no son los de los cuarenta.
P. ¿Qué penitencia pondría al alcalde, Álvarez del Manzano?
R. Joder, qué mal lo hace, ¿no? Madrid ha perdido el juego, el espíritu. Está serio. Parece como con bigotes. Madrid está con bigotes.
PERFIL
Con 44 años y un hijo, asegura que la actual explosión del cine "y de todos los matices del arte" en su país conforman "una Argentina paralela a la oficial, que está absolutamente descompuesta". Simpática, vitaly de carcajada permanente, dice descansar estando con su hijo y cocinando para sus amigos.
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