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Crónica:13ª jornada de Liga | FÚTBOL
Crónica
Texto informativo con interpretación

El líder sobrevive a su peor trance

El Sevilla, que controló bien el partido, paga ante la Real Sociedad su alarmante falta de gol

La Real Sociedad se presentó en Sevilla ayer huérfana de quien, según ayer se terminó de demostrar, es su alma esta temporada: Xabi Alonso. Con la baja del joven centrocampista, el equipo de Denoueix se mostró reservón, espeso y falto de mordiente e ideas. Se llevó el triunfo, pero dejó serias dudas sobre la continuidad de su buen fútbol.

Ni Aranburu ni Tayfun, el sustituto de Alonso, supieron llenar su hueco y gestionar el fútbol donostiarra. Así, Karpin y De Pedro se vieron desasistidos, abandonados en unas bandas por las que apenas fluía el balón. Y Nihat, por más que se movía entre los centrales y los pivotes sevillistas, no consiguió imprimir al ataque realista su picardía habitual de este año ni asistir a Kovacevic para que el ariete yugoslavo rindiera como hasta ahora.

SEVILLA 0 - REAL SOCIEDAD 1

Sevilla: Notario; Redondo, Javi Navarro, Pablo Alfaro, David; Marcos Vales, Samways (Gallardo, m. 79), Casquero (Víctor, m. 83), Fredi (Toedtli, m. 69); Reyes y Antoñito. Real Sociedad: Alberto; Rekarte, Jáuregui (Kvarme, m. 69), Schürrer, Aranzabal; Karpin, Tayfun, Aranburu, De Pedro; Nihat (Kokhlov, m. 73) y Kovacevic. Gol: 0-1. M. 70. Karpin culmina un contragolpe de su equipo. Árbitro: Esquinas Torres. Mostró cartulina amarilla a Jáuregui, Nihat, Schürrer y Aranzabal. Unos 25.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán.

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En el atasco de la Real Sociedad influyó también, además de la baja de Xabi Alonso, el planteamiento del equipo que se encontró enfrente. El Sevilla, que sigue sin recuperar el ritmo mostrado el año pasado aunque sí exhibe cierta mejoría respecto a su arranque de campaña, realizó una variación táctica que contribuyó a maniatar al equipo vasco. Gallardo salió del equipo, Marcos Vales se desplazó a la banda derecha y Samways saltó al campo para ejercer de guardaespaldas de Casquero.

Así, el Sevilla no logró sólo parar a la Real Sociedad sino que, además, por momentos, especialmente en los primeros 20 minutos, hizo méritos para batir la portería de Alberto. Casquero, protegido por Samways, pudo dedicarse a dar salida, y culminar a veces, las jugadas de su equipo. Hasta tres balones cogió el centrocampista en el borde del área grande, uno de ellos al saque de una falta, y en otras tantas ocasiones forzó a Alberto a demostrar las garantías que exhibe para suplir a Westerveld.

Y Fredi y Redondo, muy veloces en sus bandas, sirvieron suficientes balones al área donostiarra como para alterar el marcador inicial. En uno de esos ataques, Reyes remató de cabeza y todo el estadio pidió penalti por un supuesto rechace de Jáuregui con las manos.

La Real Sociedad realizó su primer disparo a puerta a los diez minutos de la segunda parte. Fue De Pedro el que, con un inocente tiro lejano que acabó en los guantes de Notario, puso de manifiesto con ese detalle el mal partido que estaba realizando su equipo. Antes, ya reanudado el encuentro, el Sevilla dio también muestras de seguir fiel al guión escrito en la primera mitad. Control defensivo, lentitud en el centro del campo, falta de acierto en ataque y los disparos lejanos de Casquero que, una vez más, probó las dotes de Alberto con un buen disparo justo tras el descanso.

El fútbol de ambos equipos, trabado y sin recursos, prolongó en el arranque del segundo tiempo el aburrimiento y el sopor con que los aficionados sufrieron los interminables minutos del partido. Dos ejemplos: Reyes, una vez que se fue del marcador y entró en el área, estrelló su disparo en la espalda de Jáuregui; y Rekarte, con un pésimo control, desperdició en banda derecha un buen pase diagonal de De Pedro.

Y al fin, cuando todo parecía empantanado, cuando la Real Sociedad parecía definitivamente en crisis, el equipo donostiarra tiró de sus mejores virtudes (velocidad, primer toque y contundencia) para batir a Notario en un rápido contraataque y cambiar el sino del partido. Nihat convirtió un balón robado en el centro del campo en un gran pase en profundidad a De Pedro que, con toda la defensa sevillista a contrapié, sirvió al segundo palo para que Karpin sólo tuviera que empujar a gol. Los tres puntos acumulados en la cuenta del líder esconden un mal partido de un equipo atascado, lento y falto de ideas.

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