El peligro de circular por Atenas
Guerra a la mala educación al volante. Ésta parece ser la receta de choque de las autoridades griegas contra el caótico tráfico de Atenas que se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza tanto para la futura alcaldesa, la conservadora Dora Bakoyianni, como para el Gobierno del socialista Kostas Simitis, que ven cómo la imagen de la ciudad, cuando se acercan los Juegos Olímpicos de 2004, puede quedar irremediablemente dañada por unos conductores que se niegan a acatar, en algunos casos, las reglas más básicas. Ayer, el Ejecutivo heleno presentó al Parlamento una ley, elaborada por el ministro de Transportes, Cristos Verelis, que establece la creación de un listado nacional de conductores de taxi en el cual quedarán registrados sin remedio los malos modos del conductor. Entre éstas infracciones se citan echar del taxi a un pasajero, no recogerlo cuando lo solicita, no seguir la ruta indicada por el cliente o ser grosero con él. Los infractores podrán ver cómo se les retira la licencia durante un año y a aquellos que acumulen 15 faltas se les retirará definitivamente. Los más pesimistas aseguran que algunos taxistas necesitan menos de 24 horas para hacerse acreedores a una retirada definitiva. El otro frente de batalla son los motoristas de la capital griega, muchos de los cuales han decidido en el último mes circular por las aceras del centro de la ciudad a la vista de los monumentales atascos que se forman en las horas punta. La creación como medida de emergencia de numerosas patrullas de policía que, libreta en mano, multan a los infractores no ha disuadido de la generalización de una práctica que ya ha provocado numerosas protestas y a la que la prensa califica de auténtica insurrección de las dos ruedas.-
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