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Crónica:FÚTBOL | 12ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Nadie falla en Mendizorroza

Alavés y Valencia empatan tras un duelo táctico de virtudes defensivas

En Mendizorroza no quieren ver al Valencia ni en pintura. Tiene por costumbre ir a Vitoria y practicar la usura. Arriesga lo mínimo y casi siempre saca oro. Ayer acudió con las mismas intenciones. Rafa Benítez quiso condensar todo el choque en la última media hora. Procuró dormir el partido y, sólo al final, encender el motor. El motor del Valencia, ya se sabe, es Baraja y empezó en el banquillo. Cuando él entró en juego pareció, durante unos minutos, que llegaría el irremediable zarpazo. Sin embargo, se encontró con el nuevo Alavés. El grupo de Mané no es ahora en diciembre el mismo de septiembre u octubre, aquél que encabezó el ránking de equipos más goleados. Nadie falló, ni en el Alavés ni en el Valencia. Y, si alguien erró, ahí estaban los tres porteros. Dutruel, magnífico; Cañizares, ágil en sus dos intervenciones (la segunda le supuso la lesión); y Palop, seguro como siempre que se le necesita en una urgencia.

ALAVÉS 0 - VALENCIA 0

Alavés: Dutruel; Geli, Karmona, Téllez, Llorens; Desio, Pablo (Magno, m. 84); Astudillo, Jordi, Ibon Begoña (Ilie, m. 61); e Iván Alonso (Rubén Navarro, m. 61). Valencia: Cañizares (Palop, m. 15); Curro Torres, Ayala, Marchena, Fabio Aurelio; Angulo, Albelda, De los Santos, Vicente; Juan Sánchez (Borja, m. 86) y Carew (Baraja, m. 53). Árbitro: Turienzo. Amonestó a Marchena, Téllez, Albelda, Astudillo, Jordi, Ilie, Karmona y Magno. Unos 14.500 espectadores en Mendizorroza. Antes del partido se guardó un minuto de silencio por Juan Carlos Quincoces, ex jugador del Valencia y del Alavés, fallecido la semana pasada. La Fundación Deportivo Alavés hizo una colecta entre el público con destino a los niños desnutridos de Tucumán (Argentina).

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Otra lesión de Cañizares

El partido se ajustó a los patrones de las últimas temporadas: pocos goles y mucha táctica, lo propio viniendo de dos equipos obsesionados por el orden. Bajo un aguacero considerable, aunque con un terreno de juego impecable, el Alavés se lo tomó más en serio. Por fin empieza a ser un equipo reconocible, a tener el sello de Mané, el "equipo cabrón" que añoraba Desio. Por él, por el pivote argentino, empezó a construir el Alavés el partido. Entretejió una presión que no se le recordaba hace meses, o mejor, semestres. Cortó las bandas al Valencia, anuló toda la media y se empeñó en vivir constantemente en el campo ché.

El Valencia, a diferencia del miércoles en la Liga de Campeones, se vio desposeído de la pelota. La línea de medios, sin Baraja, se vio ahogada por la presión alavesista. El Valencia sólo veía en el horizonte la larga figura de Carew, y a él se dirigieron todos los balones. Qué remedio. El noruego no sacó ventaja de su envergadura, rodeado siempre por Desio, Téllez o Karmona. Más preocupación tuvo el equipo de Benítez en su propia portería, donde Cañizares ganó dos encontronazos con Jordi.

Al Alavés le fallaron los últimos metros. Asediaba, cortaba la salida del balón del Valencia, pero se perdía en el área y entre los fueras de juego que señaló el ayudante de Turienzo. En lo demás, salió con nota del partido. Sólo tuvo dos errores flagrantes. El primero fue del valenciano Llorens, un habitual en estas lides en los últimos tiempos. Le dejó a Angulo en bandeja un gol, pero el héroe del miércoles con el Ajax se entretuvo con los recortes. El segundo, de Karmona, el artífice de la mejoría defensiva del Alavés. Instantes después de recibir un fuerte golpe en la rodilla, cedió un control a Juan Sánchez, que no supo rematar ante Dutruel. Ahí se agotó el bagaje del Valencia.

Benítez debió verlo más negro que blanco porque, al margen de dar entrada a Baraja (signo positivo), no dio ninguna señal de ir decidido en busca del triunfo. Es más, redujo la nómina de delanteros en el campo a la mínima expresión y dejó solo al joven Borja. Mané también acabó recurriendo al argumento sentimental. Probó con Ilie y con Rubén Navarro, viejos conocidos de Mestalla. No puede reprochársele al Alavés que no lo intentara con todo. Incluso Astudillo tuvo la victoria en su bota derecha. Pero todo fue nulo. El Valencia es una roca, puro granito.

Cañizares se retira lesionado acompañado por el doctor del Valencia.
Cañizares se retira lesionado acompañado por el doctor del Valencia.EFE

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