_
_
_
_
Entrevista:VICENTE DEL BOSQUE | Entrenador del Real Madrid | Copa Intercontinental

"Sin rigor, no es posible un gran nivel"

Santiago Segurola

Vicente del Bosque cumple en estas fechas su tercer año al frente del Real Madrid, que el martes disputará la Copa Intercontinental al Olimpia de Asunción, paraguayo. Lo que parecía una solución provisional a una de las muchas crisis del club -la sustitución de John Toshack en noviembre de 1999- se ha transformado en un ciclo casi mágico: dos Copas de Europa y una Liga.

Pregunta. Tres años al frente del equipo, mucho tiempo para un hombre que no parecía un vocacional del banquillo.

Respuesta. Eso no es cierto. Tanto yo como muchos de mis compañeros de generación teníamos la vocación de entrenar: Camacho, García Remón... Recuerdo que comencé los cursos de preparación con 27 años. Así que tuve un interés muy temprano. Otra cosa es que tuviera que tomar la decisión de entrar en el mundo profesional, con lo que eso supone de cambio de vida, o permanecer en el club. Pero siempre me he sentido entrenador.

"De Ronaldo queremos la máxima actividad en lo que sabe hacer, donde es buenísimo"
"Nuestro descenso de rendimiento ha ido parejo al de Cambiasso, un poco agobiado"
"Me aterra hacer mal las cosas. Hay mucha gente detrás de esto y no puedes decepcionarla"

P. ¿Siente vértigo por lo hecho y por las consecuencias en su vida?

R. Soy una persona que tiende a desdramatizar las cosas. No me siento abrumado ni tengo una sensación vertiginosa.

P. ¿Y la vanidad?

R. Todos tenemos nuestro punto de vanidad, para qué negarlo. Creo, sin embargo, que estoy vacunado contra este defecto. He tenido muy claro que es una bobada. Lo que me mueve es el sentido de la responsabilidad, desde chico y como jugador, como si lo que le sucediera al equipo estuviera relacionado con mi grado de compromiso con el juego y con mis compañeros. Luego, te das cuenta de que no es así, de que es una idea excesiva. Claro que es algo que no puedo evitar. Me aterra hacer mal las cosas. Piensas que hay mucha gente detrás de todo esto y que no puedes decepcionarla. Los que somos perfeccionistas no podemos olvidarlo.

P. Siempre da la impresión de verse con distancia.

R. Pues sí. Cada día reflexiono cinco minutos sobre lo que hago y lo que soy. Me jodería hablar mucho de mí. Si cayera en ese error, me gustaría que alguien me lo dijera. A veces también mi conducta tiene contrapartidas. El hecho de que recaiga todo el peso sobre los jugadores me ha traído algunos problemas, como si mi trabajo se considerase de orden menor. Para que un equipo funcione tres años al máximo nivel tiene que haber un propósito, una idea de organización. De lo contrario, es imposible hacer nada. En la medida de mis conocimientos, me he preocupado de todo esto, aunque siempre desde la flexibilidad.

P. Se le acusa de ser más un gestor político del vestuario que un entrenador al uso.

R. Entrenar al Madrid significa que la temporada está marcada por la competición, que es constante y agotadora. Mi interés es que los entrenamientos reproduzcan situaciones reales de los partidos, puesto que no tenemos mucho tiempo para otras cosas. Busco situaciones que se puedan transferir a la competición, mecanismos de asociación en el juego, sociedades entre los futbolistas. El equipo tiene sus peculiaridades, pero obedece a una idea táctica. No se puede alcanzar el nivel del Madrid sin rigor.

P. ¿En qué ha cambiado su visión del equipo en estos años?

R. Recuerdo que comenzamos con tres centrales. Así ganamos la Copa de Europa en París. Y recuerdo que el equipo dependía del poder dominante de Redondo. En la temporada siguiente llegó Figo y se fue Redondo. Creí que era el momento de dar un paso adelante. A su manera, Figo también nos condicionó. Siempre le ví como un extremo y había que crear el estado de cosas necesario para que se sintiera bien. De ahí que quitara a un defensa y añadiera un centrocampista.

P. ¿Añora a Redondo?

R. Ha sido un jugador importantísimo, de los más cruciales en la conquista de las dos Copas de Europa. Posiblemente no es el jugador perfecto: ni cabecea, ni tiene gran rango en el pase, ni llega al área. Pero tiene un peso tremendo.

P. ¿Falta su carácter?

R. Cambiasso es de ese corte. Argentino, competitivo, muy pendiente de los compañeros... El descenso de rendimiento del equipo ha ido parejo con el de la contribución de Cambiasso. Jugó muy bien los diez primeros partidos: ganamos siete y empatamos tres. Había buenos resultados y buen juego. A partir de Santander todo cambió.

P. ¿Qué explicación encuentra al bajonazo?

R. Es difícil saberlo. Nuestra producción es inferior y se lo achacan a los delanteros, pero no es así. El ataque necesita que atrás haya frescura de ideas y buena colaboración con ellos. Es posible que Cambiasso esté un poco agobiado.

P. ¿Ha pensado en recolocar a Helguera en el medio campo?

R. No. Tenemos los centrales que tenemos. Nos ha costado mucho que Helguera se sienta cómodo en la defensa. La estabilidad siempre es buena en los equipos.

P. ¿Admite que el dibujo del equipo parece un cuadro de Picasso?

R. Es verdad que hay una falta de simetría, pero esto, que puede parecer un defecto, beneficia a jugadores como Roberto Carlos, que da la impresión de sentirse más incómodo cuando tiene a un compañero en su carril.

P. En este periodo de crisis resulta que Zidane juega como nunca.

R. Es un perfeccionista. Quiere que todo funcione como un reloj. Se ha dado cuenta de la extrema importancia que tiene y no se ha olvidado de asumir la cuota defensiva. Se nota que viene de la Juventus y que allí se lo han exigido.

P. ¿No es extraño que un equipo de atacantes tan lujosos no logre marcar diferencias?

R. No hemos tenido continuidad. Ahora bien, conviene no centrar toda la importancia en ellos. Me preocupan mucho Helguera, Salgado, Makelele, Cambiasso... Puede que tengan menos jerarquía, pero son la verdadera fuerza de este equipo.

P. ¿En algún momento ha pensado que tiene el mejor equipo del mundo y no el que le gustaría?

R. Nunca me voy a confundir ante este tipo de preguntas. Nunca hablaré en contra de lo que tengo. Creo sinceramente que la mejor plantilla es la nuestra.

P. Le ha salido su vena políticamente correcta.

R. Es una apreciación correcta en lo político y en los datos objetivos, en lo que es el equipo.

P. ¿Se siente desplazado cuando las decisiones sobre los fichajes se toman en otras estancias del club?

R. He estado siempre en contra de que la figura del entrenador condicione los fichajes. No se puede estar sujeto a los vaivenes de los técnicos. Sí es necesario que se impliquen. Yo lo hago. Por ejemplo, no dije que Morientes se fuera, pero nos interesaba un delantero de unas condiciones diferentes. Eso no significa echar a nadie. Simplemente, necesitábamos hábitos nuevos en el juego de ataque.

P. ¿Ronaldo responde a esos hábitos nuevos?

R. Evidentemente, a nuestro ataque le falta contundencia ahora mismo, pero no hay que simplificar las cosas como con esa frase que se me atribuyó: "Lo que tiene que hacer Ronaldo es moverse". Es una frase mutilada y perversa. Yo soy consciente de que Ronaldo no nos va a hacer jugar mejor. Por sus características, tiende a estar aislado, fuera de la producción del juego. Se implica poco. Queremos de él la máxima actividad en lo que sabe hacer, donde es buenísimo. Y es un jugador necesario. En la temporada pasada fuimos el equipo que menos veces caímos en fuera de juego en la Copa de Europa pese a ser los máximos goleadores. Necesitábamos un jugador de las características de Ronaldo.

P. ¿Se siente más preparado el equipo para los esfuerzos cortos que para los largos?

R. Antes había tiempo para preparar los partidos con calma y para establecer factores claros de motivación. Esto se ha perdido con el calendario actual. Los jugadores vienen de jugar con sus selecciones, con el Barça, con el Milan..., y ahora la final intercontinental. Todo, en 14 días. La motivación tiene que surgir de los propios jugadores, no de fuera, en estas condiciones. Por eso es más fácil concentrarse en objetivos cortos que en las largas distancias. En la Liga es más difícil.

P. ¿Considera que este ciclo del Madrid está vigente?

R. Sí. Tenemos jugadores que rondan o pasan de los 30 años y que no quieren vegetar. Su preocupación es terminar bien su carrera. Son futbolistas ambiciosos que influyen decisivamente en el equipo. Lejos de estar fatigados, todavía tienen hambre competitiva.

P. En medio de esta crisis de resultados, llega el Olimpia. Casi nadie repara en el equipo paraguayo.

R. Es un equipo sin complejos, como es habitual en los paraguayos. Tienen gente de carácter. No van a ser tímidos por enfrentarse a Ronaldo o Zidane. No hay que olvidar que vencieron en los campos del São Caetano, el Gremio y el Boca Juniors. Y también tienen jugadores hábiles: Orteman, Báez...

Vicente del Bosque, en la ciudad deportiva del Real Madrid.
Vicente del Bosque, en la ciudad deportiva del Real Madrid.RAÚL CANCIO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_