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Reportaje:FUERA DE RUTA

Tarde de espuelas en el rodeo

Ropa vaquera, toros y potros en el Cow Palace de San Francisco

Cómo están ustedesssssssssssssssssssss?". Bob Tallman trata de animar a los 15.000 cowboys que bostezan en las gradas mientras se celebra una insulsa prueba de hípica. Los cowboys no han llegado al Cow Palace de San Francisco para ver saltar vallitas a un caballo árabe. Los cowboys quieren, digamos, sangre.

Ha pasado el desfile de ponis y la exhibición de diligencias, y en un país donde todo el mundo debe tener su instante de gloria, ahora la emoción se centra en que los empleados del Cow Palace retiren los obstáculos de la hípica en tiempo récord. El público jalea al sector servicios, que, entre caídas y atropellos, pasará a la historia por retirar la morralla en tres minutos y 15 segundos, 12 segundos menos que la anterior marca. "Un fuerte aplauso para los nuevos recordmen", pide el speaker Tallman. Empresarios taurinos españoles, un consejo: animen el tiempo muerto entre el toro ídem y el siguiente con el premio al arenero más rápido retirando boñigas.

En la cita anual de Cow Palace, el cowboy llega en Cadillac con las espuelas puestas y calado su sombrero de ala ancha. Por los pasillos del recinto, cowboys y cowgirls lo llenan todo. Huele a Far West. Se mastica el salvaje oeste. La gente alardea de su perfecta indumentaria vaquera, de sus ostentosos andares, adelantando antes los hombros que los pies, haciendo ostentación de sus combadas piernas. El Cow Palace de San Francisco parece una convención de contradicciones. El Estado más progre (California), con el espectáculo más carca; el maltrato a los animales, con las asociaciones que los defienden; la vida salvaje al aire libre en un polideportivo, con focos y detectores de metales.

Tallman anuncia uno de los grandes momentos de la noche. Bob Tallman es el Matías Prats americano; de rodeo en rodeo, de Vancouver a Las Vegas desde hace 30 años. Comienza el bareback bronc riding, una de las siete grandes pruebas del auténtico rodeo: montar un potro salvaje durante ocho segundos. De los 11 concursantes, siete lo consiguen. Un jurado puntúa la actuación teniendo en cuenta la bravura del caballo y la habilidad del jinete, que debe mantener las piernas cuanto más horizontales mejor y agarrar las bridas del potro con una mano.

En la pantalla gigante, Matt Weishoff, de Oregón, repasa su actuación. Ha sido perfecta, pero el animal apenas ha coceado y le han dado pocos puntos. Como diría un torero: "El ganado no colaboró".

Weishoff es un cowboy corriente y vulgar, como la mayoría. El dinero que saca le da para ir tirando, para ir arrastrando su carricoche de un rodeo a otro. Unos 6.000 cowboys participan en el circuito de rodeos profesionales, unos 700 al año; de media, un vaquero profesional participa en un centenar de espectáculos. El circuito reparte 35 millones de euros en premios. No es mucho. Ty Murray ostenta el récord de ganancias en un año: 300.000 euros, lo que El Juli en una buena semana.

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25 millones de personas

El rodeo es una fiesta nacionalista, pero no nacional. Sólo hay espectáculos en 39 de los 51 Estados de la Unión. La esencia del espíritu americano, como se le considera al rodeo, sólo es presenciado por unos 25 millones de personas, el 8,8% de los norteamericanos. Como en la mayoría de las tradiciones, también en el Cow Palace se encuentra lo más rancio del país. Tallman lo sabe fomentar: "Y ahora viene lo más bonito de la noche: la elección de nuestra mujer más bella: ¡Miss Rodeo¡". Rugidos del público.

El vaquero Weishoff no participa en más pruebas. Casi ninguno lo hace, aunque desde 1974 se constituye el premio al cowboy total, aquel que participa al menos en dos de los siete ejercicios del rodeo, tan dispares como la monta de potros, con y sin montura, la monta de toros, lazar terneros y novillos, individualmente y en equipo. Para las mujeres se reserva la carrera de caballos alrededor de barriles. La noche se cierra con el bull riding, resistir encima de un toro de una tonelada. Es la prueba más peligrosa y, por tanto, la de más premios y mayor participación. Trece cowboys buscan su clasificación para la final de Las Vegas, en el mes de diciembre.

Sólo hay que aguantar ocho segundos. Sólo. Jeffrey Tripp aguanta uno. Sale despedido de la montura, mientras el toro cocea por delante y por detrás como si estuviera loco. El vaquero rueda por la arena para ponerse a cubierto; unos auxiliares, en sus caballos, conducen al corral al animal, que aún saltará en unas 20 plazas más.

El siguiente toro ni sale. En los mismos chiqueros ha embestido a una valla y se ha quedado pajarito. El veterinario nada puede hacer por el primer toro muerto en 56 años de rodeos profesionales. El dato no consuela a la Human Society, que reclama la supresión del espectáculo. Critican el injusto lance entre animal y humano, que caballos y toros lleven un cinturón apretado para encabritarlos; que a los terneros les den descargas eléctricas para que corran despavoridos.

Los argumentos a favor del rodeo le suenan a los oídos de un español: la vida de los animales es muy buena, pastan y pastan hasta que les llega la hora del rodeo. Alguno incluso tiene sitio en el Hall de la Fama, como Wolfman, el único toro al que le dieron un 100, compartido con el jinete Wade Leslie. Ya el abuelo de Wolfman, Red Rock, pasó a la historia por desmontar a 309 vaqueros seguidos.

La muerte del toro no empaña la fiesta del Cow Palace. Tras siete días de Grand National, con rodeos, exhibiciones de ganados, desfiles y mercado vaquero, Bob Tallman da por finalizado el espectáculo poniendo a prueba la testosterona del auditorio. "Aún queda la prueba más difícil de la noche, vaqueros. Ahora toca domar a nuestras mujeres con la ayuda del baile, la música y las canciones del gran Toby Keith".

GUÍA PRÁCTICA

Cómo ir

- Air France (901 11 22 66) oferta San Francisco, para volar hasta el 15 de diciembre, por 399 euros más tasas.

- Iberia (902 400 500) vuela a San Francisco, hasta el 18 de diciembre, por 420 más tasas. En www.iberia.com, ofertas: 399 en diciembre y 351 más tasas en enero, febrero y marzo, desde Madrid.

- Lufthansa (902 22 01 01), 379 más tasas del 6 de enero al 31 de marzo.

Información

- San Francisco Cow Palace. Avenida Geneva y Santos Street. Información sobre entradas, vías de accesos y calendario, en: 001 415 404 41 11 y www.cowpalace.com.

- Información turística y central de reservas hoteleras de San Francisco (www.sfvisitor.org y 001 415 391 20 00).

DÍAS RANCHEROS

LAS CASAS RURALES de España, las pousadas de Portugal, las gîtes de Francia y los ranchos de América. Los hay desde Hawai hasta Vancouver, pero los más típicos son los del centro de Estados Unidos, en los Estados de Montana, Nevada o Wyoming. En la mayoría se exige un hospedaje de una semana, y lo mínimo suelen ser tres días. Hay que ver si admiten niños, si son exclusivos para mayores de edad y si lo que se pretende es descansar o trabajar. La oferta es extensísima, desde los que ofrecen jacuzzi y pista de tenis hasta los que comparten el rancho de los vaqueros y te levantan al alba para reparar las alambradas. Según las fechas, la estancia suele costar unos 165 euros por día y persona. Por ese precio se puede dormir en la cabaña donde dicen que se refugió Billy El Niño, incluso hay balazos en la cabecera de la cama; comer en OK Corral, o visitar La Ponderosa.

Información

- Ranchos: 001 214 912 11 00 y www.guestranches.com.

- National Finals Rodeo en Las Vegas (del 6 al 15 de diciembre en el Thomas and Mack Center 001 702 739 32 67): turismo de Las Vegas (001 702 892 75 75 y www.vegas.com/nfr/).

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