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Pimentel cree que "es mentira" que los salarios eleven la inflación

El ex ministro de Trabajo en la primera legislatura del Partido Popular, Manuel Pimentel, volvió ayer a desmarcarse del discurso oficial del Ejecutivo, esta vez en lo relativo a la influencia de los salarios en la inflación. Pimentel aseguró que no se puede afirmar "sin que se nos caiga la cara de vergüenza" que los salarios hayan incrementado la inflación. La argumentación del ex ministro fue tajante: "Es mentira".

Con este pronunciamiento, realizado en la emisora catalana COM Radio, Pimentel rebate lo dicho en los últimos días por distintos miembros del Gobierno y el Banco de España a raíz del mal dato de inflación registrado en octubre (un 4%, el doble de la previsión oficial). Poco después de conocer la cifra, el Ministerio de Economía señaló que para combatir la inflación había que eliminar las cláusulas de revisión salarial, que el ministerio calificó de "rémora del pasado".

Para Pimentel, hacer estas afirmaciones desde instancias oficiales "crea un gran escepticismo", por lo que pidió que se mantenga un discurso coherente desde las instituciones. No obstante, el ex responsable de Trabajo, que dimitió por desavenencias con el Gobierno, principalmente por cuestiones relacionadas con la Ley de Extranjería, se mostró partidario de mantener la moderación salarial. "Sería contraproducente una escalada salarial tremenda", dijo.

El ex ministro presentó en Barcelona el libro Qué piensa Manuel Pimentel, escrito por Carmen del Riego, en el que asegura que al PP le sobra "el ir tan sobrado". Pimentel, que destacó que su voluntad no era criticar al partido en el que todavía está afiliado, aseguró sin embargo que "si lo único que un partido idolatra es su unidad, corre el riesgo de empobrecerse". Pimentel insistió en que su espacio político e ideológico sigue siendo de centro derecha. "Soy hombre del PP", dijo.

Bajos costes laborales

Más allá de los salarios a los que aludió Pimentel, España es uno de los países con los costes laborales más bajos de la UE, según datos publicados por el Instituto de la Economía Alemana de Colonia. El coste del trabajo en 2001 ascendió a 14,68 euros por hora trabajada en la industria manufacturera. Sólo Portugal, con 6,75 euros por hora, y Grecia, con 8,86, presentan unos costes laborales inferiores a España.

A la cabeza de los mayores costes laborales figura la antigua Alemania Occidental, con 26,16 euros por hora trabajada (en la parte oriental se reducen a 16,86). A continuación figuran Dinamarca (24,50 euros), Bélgica (23,15 euros), Finlandia (22,12) y Países Bajos (21,98). Algunos de los candidatos a adherirse a la UE superan los costes de Grecia y Portugal, según Eurostat, como Chipre (10,74 euros) y Eslovenia (8,98), según datos de Eurostat.

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