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Reportaje:RUTAS URBANAS

La calle radiante del nuevo Berlín

Las claves de Friedrichstrasse, un moderno centro de compras y ocio

Lola Huete Machado

Friedrichstrasse es más que una calle. Como la ciudad entera, esta avenida berlinesa ha sufrido mil convulsiones en el último siglo. Guerras, bombardeos y muros políticos la destrozaron; arruinaron su ambiente de principios del siglo XX, cuando era punto de encuentro intelectual y de diversión, lugar de compradores, paseantes y viciosos del juego y de otras cosas. Hoy, en el XXI, la capital alemana sueña con tener un centro existencial y político, Potsdamer Platz-Reichstag, y dos comerciales: la mítica Ku'damm (el Oeste), que lo es, y Friedrichstrasse (Este), que lo intenta. Cada año, en épocas de gran consumo, compiten ambas como vecinos envidiosos. Siempre gana Occidente. Porque sigue siendo el Berlín con el que la mayoría alemana se identifica: rico, esplendoroso, orgulloso de sí.

En la Ku'damm nunca huele a crisis. Friedrichstrasse, sin embargo, es lo nuevo, un proyecto, la obstinación por cambiar el destino. Una calle vestida de gala comercial y arquitectónica como invitada a una fiesta aún por comenzar. Para muchos es la puerta a los barrios de moda del Este: Mitte, Prenzlauerberg... Friedrichstrasse es su frontera, la que se enseña siempre a los forasteros.

Desde la reunificación alemana en 1990, arquitectos y multinacionales se han adueñado de su imagen, de su suelo. El metro cuadrado cuesta millonadas. Desprende aire francés en su mitad, en ese edificio de las galerías Lafayette tocado por la mano de Jean Nouvel. Por debajo de Friedrichstrasse corren subterráneos (Quartier 206 y 205) con tiendas de marca, escaleras de mármol, cafés con piano y mucho arte. Un ambiente que se combina a pie de calle con librerías de cierre tardío (Dussmann...), franquicias (Benetton, H&M...), hoteles y plazas para admirar (Gendarmenmarkt).

Friedrichstrasse arranca con su triste historia casi en Checkpoint Charlie y el Museo del Muro, cruza calles y calles, atraviesa la columna vertebral que es la avenida Unter den Linden (izquierda, Puerta de Brandeburgo; derecha, Alexanderplatz) y termina en el cruce con Oranienburgerstrasse, la de la sinagoga judía. Allí, las manzanas de casas se juntan para llenarse de patios con restaurantes, cafés y clubes de moda. Allí donde languidecen las luces es donde se alargan las noches, donde se mezclan tranvías con prostitutas, visitantes con oriundos...

GUÍA PRÁCTICA

Cómo ir

- Iberia (902 40 05 00) vuela directo desde Madrid y Barcelona. Comprando el billete en noviembre y volando hasta el 14 de diciembre, 232,06. En www.iberia.com: ofertas de última hora por 161 euros más tasas.

- Air Berlin (901 11 64 02). A Berlín desde 14 aeropuertos españoles, siempre con escala en Palma de Mallorca. Ida y vuelta desde Madrid y Barcelona, 158 euros (tasas incluidas).

- German Wings (915 14 08 25) va a Berlín desde Madrid y Barcelona (con cambio de avión y nueva facturación en Colonia) desde 116.

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Sobre la firma

Lola Huete Machado
Jefa de Sección de Planeta Futuro/EL PAÍS, la sección sobre desarrollo humano, pobreza y desigualdad creada en 2014. Reportera del diario desde 1993, desarrolló su carrera en Tentaciones y El País Semanal, con foco siempre en temas sociales. En 2011 funda su blog África no es un país. Fue profesora de reportajes del Máster de Periodismo UAM/El País

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