"Sólo falta hacer la autopsia a los concursantes"
Todoterreno y polifacético son adjetivos que califican certeramente a Constantino Romero (Albacete, 55 años). Locutor, presentador, actor, cantante y doblador: cinco actividades en un solo hombre. Mañana, Silvia Jato, por imperativos de su inminente maternidad, cederá el testigo de Pasapalabra a un hombre vinculado como nadie al formato de los concursos. El programa de Antena 3 se estrenó el 24 de julio de 2000, y desde entonces mantiene estable su audiencia (alrededor de 1,8 millones, 22% de cuota de pantalla).
Pregunta. ¿Cuánto tiempo estará en Pasapalabra?
Respuesta. Según las previsiones, 33 programas. Alrededor de un mes y medio.
P. Entonces, ¿seguirá al frente del concurso que conduce actualmente en la cadena autonómica de Castilla-La Mancha?
R. Por supuesto. Estoy encantado de divulgar la historia y la cultura de mi tierra en De Castilla a La Mancha. Además, trabajo en una televisión seria, sin espacios basura. No hay mucho presupuesto, pero todo tiene dignidad.
P. El tiempo es oro, Alta tensión, La silla... Se ha convertido en un auténtico hombre-concurso.
R. Sí, es cierto. Mi debut en televisión fue en Ya sé que tienes novio, un concurso muy cafre para TVE allá por el año 1985.
P. ¿Y que aportará usted a un programa ya consolidado y con buena audiencia?
R. Ni idea. Me he puesto delante sin ensayar, sin grabar un piloto; de la noche a la mañana, sin conocer bien la mecánica. Intento suplir las carencias con profesionalidad, y cuando empiece a estar a gusto, se acabará. Pasapalabra tiene una audiencia envidiable porque Silvia Jato lo hace de aplauso.
P. ¿Cómo piensa que responderán los espectadores?
R. Está por ver, la audiencia está acostumbrada a su presentadora y ahora aparecerá un señor.
P. Sin bigote.
R. [Risas] Exactamente. Sí, me lo afeité hace unos meses, después de llegar a la conclusión de que no servía para nada.
P. Defina sus virtudes como presentador.
R. Quizá exigente, riguroso y profesional. Además, procuro poner siempre el máximo cariño.
P. ¿Por qué cree que tienen menos éxito los concursos espectáculo como La silla o El rival más débil que los formatos clásicos?
R. Introducen elementos demasiado vigorosos y, a mi juicio, sacan las cosas de quicio. Ya lo único que falta es hacerles la autopsia a los concursantes. No me atraen.
P. De primera figura a actor secundario. ¿Cómo se siente?
R. No me siento actor principal de nada. Estoy a disposición de la cadena, la dirección me ofreció tomar el relevo de Silvia Jato y aquí estoy. Ni más ni menos.
P. ¿Sus próximos proyectos?
R. De momento, con el programa de Castilla-La Mancha tengo suficiente. Con Antena 3 digamos que no existe ningún fluido. Me gustaría volver con la Parodia nacional, pero lo dudo.
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