Ventaja de Porta en el recuento inicial para la presidencia de Òmnium

El candidato renovador Jordi Porta llevaba anoche ventaja en el recuento inicial de votos para la presidencia de Òmnium Cultural. Al cierre de esta edición y a falta del escrutinio de las papeletas con nombres cruzados de diversas candidaturas, aproximadamente el 44,3% de los votos era favorable a Porta; el 38,7%, a la del fundador de CDC Josep Espar i Ticó, y el 3,2%, a la del economista Josep C. Vergés. La alta participación -votaron cerca de 5.000 socios, una tercera parte del censo- y la normalidad fueron la tónica de la jornada.

La candidatura de Porta se vio beneficiada, al principio de la noche, por el recuento de los votos presenciales, que le otorgaban más del 48% de los votos frente a un 34,6% a favor de la de Espar. Pero el escrutinio de los votos emitidos por correo permitió a Espar reducir las distancias. Los partidarios de Porta achacaron el mayor número de votos por correo favorables a Espar por la intensa campaña telefónica que éste ha realizado en los últimos meses.

Viendo que Porta le adelantaba en número de apoyos al principio del recuento, Espar declaró que si se confirmaba su derrota, Òmnium no duraría "ni dos meses". Y justificó así su vaticinio: "Hay socios que no comparten una posición tan dura sobre el futuro de Cataluña", en alusión a una supuesta actitud independentista de su contrincante. Por su parte, Porta se mostró más prudente y rechazó ser etiquetado. "Hasta ahora me han colgado etiquetas de todas clases, sólo me falta que me digan que soy de Iniciativa y de Piqué. Para mí, Òmnium Cultural es una entidad de defensa de la lengua, la cultura y la identidad nacional, que es lo que dicen los estatutos".

Los socios de Òmnium votaron a un nuevo presidente y a la mitad de la junta directiva. Un flujo constante de afiliados a la entidad cívico-cultural nacionalista acudió a la sede barcelonesa del Colegio de Abogados a lo largo del día en una jornada electoral más masiva que la del pasado 7 de marzo. El cambio de estatutos -con la eliminación del polémico voto delegado- ayudó a que todo transcurriera con normalidad. El más madrugador de los candidatos fue el economista Josep C. Vergés, que se presentaba en solitario. Vergés llegó a las diez de la mañana, hora en que se abrían las urnas, y se apostó delante de la puerta del Colegio de Abogados para estrechar manos y entregar a los socios información con los puntos básicos de su programa. Un poco más tarde llegó Josep Espar, continuista respecto a la línea del dimisionario presidente Josep Millàs. Jordi Porta, síndic de greuges de la Universidad Autónoma de Barcelona, lo hizo a las 11.00.

Las votaciones, con listas abiertas y una sola papeleta en la que se podían combinar los nombres de las tres candidaturas, se desarrollaron con "buen rollo", según decía Porta a media mañana. La comparación con la fallida jornada electoral del pasado 7 de marzo no dejaba lugar a dudas. También Espar destacó la normalidad con que se produjeron las votaciones y la alta participación.

Los candidatos con más apoyos, Porta y Espar, se sentían a esas horas con posibilidades de ocupar la presidencia de Òmnium. Porta reconocía abiertamente que se sentía ganador, pero recordaba que la campaña de Espar ha sido dura. Los partidarios de Porta observaban con preocupación el desembarco de militantes de CDC en las urnas. Pero el mismo Porta, que también tiene apoyos en las filas convergentes, recordó que la mayoría de delegaciones territoriales de la entidad le dan su apoyo.

Ambos subrayaron la pluralidad de sus respectivas listas y apoyos. A juicio de Porta, cuya candidatura se presenta como la más transversal dentro del nacionalismo, la complicada carrera electoral ha suscitado "expectativas". "Es importante que nos acostumbremos a que dentro del catalanismo haya alternativas estratégicas diferentes y discusión", dijo. Espar afirmó que su "único partido es Cataluña" y que en una entidad de carácter cultural "tiene que estar representado todo el mundo".