El Artium recorre las motivaciones del creador con 79 artistas de su colección permanente

Un montaje plagado de guiños para el interesado por el arte español del último medio siglo; un recorrido por los distintos intereses que motivan al creador; en fin, una exposición de la mejor obra ejecutada por 79 artistas (entre los que se encuentran 31 vascos) que forma parte de la colección permanente del Artium es el contenido de la segunda exhibición de sus fondos. El museo vitoriano completa su propuesta con la presentación del Depósito Rafael Zabaleta, obras procedentes de la cesión de la familia del famoso pintor jienense a la pinacoteca alavesa.

Después de aquella apretada exposición de lo mejor de las más de mil obras de la colección permanente, el Artium da un giro y presenta un segundo recorrido por sus fondos a partir de siete grandes asuntos. Son algunas de las principales motivaciones que tiene el artista a la hora de enfrentarse con su tarea, como lo social, la narración, el ser humano y su posición en el mundo, el entorno, etcétera.

En principio, las siete áreas se presentan diferenciadas, pero el montaje de las obras rompe las presuntas fronteras y ofrece al espectador nuevas sugerencias. Así, nada más entrar en la sala, se presenta uno de los 17 trabajos que se mantienen de la selección anterior: Broken noses carrying a bootle, #2, de Juan Muñoz, por delante de dos enormes óleos de Luis Gordillo y Juan Uslé. Al fondo, a la izquierda, destaca Femme dans la nuit, de Joan Miró; un poco más al centro, sobresale 4 pendus, de Miquel Barceló; y, a la derecha, domina una gran pintura gris de Antoni Tàpies.

Ésta es una panorámica de lo que se irá presentando en el recorrido por la exposición. Hay, en principio, una atención a los que han reflexionado en determinado momento sobre 'las preguntas y las respuestas', obras en las que los artistas se cuestionan el ser humano y su papel en el mundo. En este apartado no podía faltar trabajos del citado Juan Muñoz, Pepe Espaliú, el Equipo Crónica, Ana Laura Aláez, Juan Luis Moraza o Guillermo Pérez-Villalta.

Otra selección surge de la preocupación por el hombre y sus actos, donde la motivación del creador baja a lo cotidiano, como muestra la irónica mirada a la guerra de Joan Brossa o el retrato de la violencia personal de Eduardo Arroyo. También hay lugar para los espacios imaginados. Ahí se emplazan las obras de Ferrán García Sevilla, José Manuel Broto, Miguel Ángel Campano o Miró.

Muy cerca está el grupo de los que reflexionan sobre el mundo exterior, bajo el título de Los espacios. Perejaume, Joan Fontcuberta, Jesús María Lazkano o Carlos Pazos atienden a temáticas tan diversas como la playa, el hotel, la ciudad o la sala de baile.

Otra selección parte del epígrafe La expresión y el gesto, dedicada a aquellos artistas que se caracterizan por trabajar sobre su propia obra. La sexta serie nace de la idea de la ambigüedad, mientras que la séptima se presenta bajo el título de Los artefactos. En esta última se recogen obras de Chillida, los hermanos Roscubas, Chema Madoz, Pablo Palazuelo o Darío Villalba.

Mirada de posguerra

La adquisición en 2001de dos obras de Rafael Zabaleta (Quesada, Jane, 1907), una de las miradas imprescindibles de posguerra, fue una incorporación necesaria a la colección permanente del Artium. Aquella compra ha devenido un año después en la cesión al museo alavés de 36 piezas procedentes de la familia del pintor jienense, de las cuales 26 son creaciones del propio artista.

La exposición de esta colección se presenta en una sala adjunta a la de la colección permanente. En este espacio recogido, se puede disfrutar de la evolución pictórica de Rafael Zabaleta, desde los primeros dibujos a alguna de sus últimas pinturas con esos paisanos característicos.

Además, la muestra recoge alguna de las obras de su colección personal, que incluye obras de Picasso o Benjamín Palencia.