La reina rechaza una investigación externa en el caso del mayordomo de Diana de Gales

Nadie investigará el papel de la reina de Inglaterra en el caso del último mayordomo de Diana de Gales, Paul Burrell. La familia real defraudó ayer todas las expectativas al renunciar a pedir una investigación externa y se limitó a convocar una nueva investigación interna que será conducida por el secretario privado del príncipe Carlos, sir Michael Peat, con el apoyo de un abogado, Edmund Lawson.

La decisión es decepcionante. Tras la enorme presión ejercida estos días, los más optimistas esperaban que la familia real pidiera una investigación independiente sobre el papel jugado por el príncipe Carlos y, sobre todo, la reina Isabel en el desarrollo y abrupto final del caso Burrell, incluidas las acusaciones de violación que recaen sobre un alto sirviente de Carlos. Los más realistas creían que el príncipe de Gales pediría una investigación externa pero excluiría de la misma a la reina, que goza de inmunidad.

Tras un día dominado por consultas y reuniones de la familia real, en la que se adivinan numerosas fricciones internas, la conservadora decisión adoptada ayer no parece que vaya a acabar con la oleada de críticas a la familia real que dominan la prensa desde hace ya una decena de días. Al renunciar a una investigación externa, los Windsor refuerzan la impresión de que tienen algo que ocultar.

El embrollo empezó hace dos viernes, cuando la reina intervino para interrumpir el juicio contra Burrell, acusado de haber robado 310 documentos y objetos de Diana tras su muerte. La reina recordó súbitamente, poco antes de que el mayordomo subiera al estrado a declarar, que Burrell le había comentado en una conversación privada hace cinco años que guardaba en casa esos objetos.