Fernández Teixidó eleva a Oriol Pujol a 'número dos' de Trabajo e Industria

Hay cambios de consejeros, pero muchas cosas continúan igual. Oriol Pujol Ferrusola, quinto hijo del presidente de la Generalitat, será el número dos en el organigrama del nuevo macrodepartamento que agrupa Trabajo e Industria y que dirige el convergente Antoni Fernández Teixidó. La continuidad de Oriol Pujol en el Gobierno catalán es fruto no sólo del equilibrio de fuerzas entre el sector soberanista y el moderado, sino también del peso que el entorno familiar del presidente de la Generalitat tiene históricamente en la toma de decisiones.

Así que con estas premisas, el Gobierno catalán se puso manos a la obra. Minutos después de que, ayer, los nuevos consejeros tomaran posesión de sus cargos, el Consell Executiu nombró a Oriol Pujol para codirigir uno de los departamentos con más poder de la Generalitat, con competencias en industria, trabajo, comercio, consumo y turismo.

Oriol Pujol ya ocupaba la secretaría general del anterior Departamento de Industria, bajo las órdenes de su tío Antoni Subirà. Pero ahora acumula más poder, y visto el calado de la crisis de Gobierno nadie dudaba de que en la nueva etapa, con el Ejecutivo de Mas, Oriol Pujol continuaría en tareas ejecutivas.

Era una pieza fundamental que había que respetar quedara como quedara el rompecabezas de la reestructuración del Consell Executiu. Artur Mas consideró crear una marcrodepartamento de Promoción Económica y Trabajo en el que fuera Francesc Homs, el actual titular de Economía, quien llevara la batuta. En tal hipótesis, Carles Tusquets, presidente de Fibanc, ocuparía la vacante de Homs, que quedaría reducida a Hacienda y Finanzas. Era un departamento devaluado, pues Homs se llevaba competencias al nuevo macrodepartamento.

Pero las necesidades derivadas de la presentación de los Presupuestos de la Generalitat para 2003 -que el Gobierno aprobará el próximo martes- obligaron a desechar la propuesta. Homs, asimismo, no estaba dispuesto a abandonar Economía para pasar al macrodepartamento que ahora dirige Fernández Teixidó. De hecho, desde la comisión delegada de Asuntos Económicos que preside, Homs tiene el control de toda el área. En el fragor de la crisis, el nombre de Alfonso Ortuño, secretario general de Economía, también estuvo sobre la mesa para ese nuevo departamento de Hacienda y Finanzas.

La tarde del domingo, desde las cuatro hasta entrada la noche, fue un auténtico infierno de llamadas y ofertas desde la Casa dels Canonges, donde Pujol había instalado el cuartel general de la crisis.

Los equilibrios internos en el seno de la federación constituyeron, asimismo, otra de las claves de la sexta crisis. Los nombres de Oriol Pujol y de Felip Puig debían actuar como contrapeso soberanista a la designación de Fernández Teixidó, que concita rechazo entre los más nacionalistas de Convergència i Unió. Así que Puig fue nombrado portavoz del Gobierno, un cargo sin características orgánicas: es una cesión de poder del propio Artur Mas.

Además de Oriol Pujol, el Consell Executiu nombró ayer a Jaume Amat secretario general del otro megadepartamento, Justicia e Interior, y a Anna Maria Geli, secretaria general de la Familia.

El reajuste gubernamental y la fusión de diversos departamentos ha provocado no sólo la salida de cuatro consejeros (Eduard Rius, Josep Delfí Guàrdia, Lluís Franco y Antoni Subirà), sino también de cargos de confianza, entre ellos varios secretarios generales. El mismo Jordi Pujol admitió ayer que toda crisis tiene un componente de 'injusticia' y más cuando las destituciones no obedecen, aseguró, a una mala gestión. Por tanto, su pase por el Gobierno tendrá recompensa y Pujol y Mas les agradecerán los servicios prestados recolocándoles en la Administración.

Eduard Rius, el único de los consejeros salientes que ocupa un escaño en el Parlament, ha expresado su voluntad de continuar en la política activa y tendrá un lugar destacado en la lista de CiU por Tarragona en las próximas elecciones autonómicas. El ex consejero de Sanidad también colaborará, con toda seguridad, con su sustituto, Xavier Pomés, en tareas de asesoramiento.

Mas tampoco quiere desaprovechar la experiencia acumulada por Lluís Franco al frente de Trabajo, por lo que ocupará un cargo de confianza en el macrodepartamento que ahora dirige Antoni Fernández Teixidó.

Antoni Subirà y Josep Delfí Guàrdia regresarán a su actividad privada. El primero dará clases en el IESE y el segundo volverá a su despacho de abogados.

Elogios a Mas

Jordi Pujol y el Gobierno en pleno se esforzaron ayer en dar sensación de normalidad y restar trascendencia a la crisis gubernamental. Pujol, en su discurso en el acto de toma de posesión de su nuevo Ejecutivo, incluso lamentó que se califique de 'crisis' una simple reestructuración gubernamental. Y Artur Mas, tras la reunión del Consell Executiu, destacó que los cambios no han originado 'ninguna clase de interrupción en la labor del Gobierno'.

Pujol, como ya había reconocido la víspera, situó el reajuste en clave electoral y en la voluntad de Convergència i Unió de ganar las autonómicas de 2003 con Artur Mas como cabeza de cartel. 'En estos años, Cataluña ha hecho un gran progreso, pero no hemos acabado el trabajo. Aspiramos a contar con el gran honor de que los catalanes nos encarguen continuar', manifestó el presidente catalán. Por ello, Pujol no ahorró elogios hacia Artur Mas, a quien agradeció su 'dedicación, capacidad, trabajo, habilidad, honestidad, coraje y patriotismo', y hacia los dirigentes de la federación de Convergència i Unió.

El presidente catalán destacó el carácter renovador del proyecto de CiU como elemento principal de las victorias electorales, pero sin perder su verdadera esencia: 'Nosotros somos un Gobierno nacionalista'. Unas palabras que, recordó, pronunció en su primera toma de posesión como presidente de la Generalitat.

Pero de la misma manera que CiU ha sabido, dijo, renovar su discurso, también tiene que haber una renovación de personas y de responsabilidades. Así, explicó que cada día se esfuerza por resituarse en el Gobierno. 'Lo tengo que hacer, lo hago y lo haré en el marco del respeto más estricto de lo que son mis funciones y mis responsabilidades institucionales'.