Deslucida inauguración
La corrida inaugural no correspondió a la expectación que en la afición había despertado por culpa de la mansedumbre del encierro de Javier Garfias de los Santos.
Al bravo primero Pablo Hermoso de Mendoza le colocó los rejones de castigo montando a Ébano y arriba de Fusilero toreó con temple. Utilizó a Danubio y a Mariachi para banderillear, aunque no siempre con acierto.
Sobre Monterrey castigó al cuarto, que pegaba arreones y para banderillear sacó a Campo Grande. Con Chicuelo ejecutó vistosas y arriesgadas piruetas que calentaron el frío ambiente. Toreaba con Mazantini cuando éste chocó contra las tablas y el caballista sufrió magulladuras. Le tuvieron que vendar la mano derecha y se le apreció posible fractura del pulgar.
Garfias / Hermoso, Mejía, Ochoa
Toros de Garfias, serios; descastados y peligrosos, excepto 1º y 2º. Pablo Hermoso de Mendoza: palmas; silencio. Manolo Mejía: palmas; al tercio. Fernando Ochoa: aviso y pitos; dos avisos y abucheos. Plaza Monumental México, 3 de noviembre. Inauguración temporada 2002-2003. Casi lleno.
El trasteo de Manolo Mejía al claro segundo tuvo pureza, quietud y temple, pero por la facilidad de su quehacer, parte del público fue injusto con él y le pitó. El espada de Tacuba hizo gala de sus dotes de gran lidiador frente al huidizo quinto, un manso peligroso, y ahora sí la concurrencia valoró la entrega del torero.
Fernando Ochoa no sólo se enfrentó al aplomado y débil tercero, sino a la incomprensión y hostilidad de las galerías, que no supieron apreciar los esfuerzos que el michoacano hizo al sacarle las embestidas a cuentagotas al adversario para hacer su toreo artístico. Con el sexto, el más complicado del encierro, Ochoa tuvo una actuación aciaga, pues por poco el bicho se le va vivo al corral.
Para el próximo domingo 10, segunda corrida de la temporada, serán anunciados Zotoluco, el caballista Fermín Bohórquez con Morante de la Puebla e Ignacio Garibay, con reses de Reyes Huerta, y la afición espera que estos toros sí funcionen.
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