Historias de la Rusia de hoy

Bien poco sabemos de Rusia los españoles más allá de la literatura clásica de Pushkin o de Tolstói, de las falsamente románticas historias de zares o de los tópicos como la afición de los rusos por los bailes o por las botellas de vodka. Nuestra percepción más cercana apunta a las siete décadas de comunismo, un sistema que en el caso de la antigua Unión Soviética está unido a un cierto imaginario colectivo que remite a figuras como Lenin, a las imágenes de los niños de nuestra guerra civil, a los exiliados políticos, a la carrera espacial, a las películas de la guerra fría o al gol de Marcelino en 1964 que brindó una Copa de Europa y sirvió al franquismo para certificar también en un campo de fútbol la victoria sobre los bolcheviques.

Alejada en la geografía y en el espíritu de este suroeste europeo, la Rusia del poscomunismo, la que arranca con la reforma de Mijaíl Gorbachov y la caída del muro de Berlín en 1989 y concluye con un antiguo espía del KGB como Vladímir Putin sentado en el Kremlin, dibuja un rompecabezas todavía más intrincado. Por pereza intelectual, por indiferencia emocional o por su declive como superpotencia, lo cierto es que el cambio de siglo en Rusia ha pasado desapercibido para los europeos.

Con 30 años de información internacional a sus espaldas, cuatro de ellos como corresponsal de este diario en Moscú, Luis Matías López se propone retratar ese panorama con ojos españoles, cubrir un vacío imperdonable para comprender un inmenso país, con 11 husos horarios y poblado por 143 millones de habitantes. El autor dibuja el paisaje exterior e interior ruso desde las técnicas del reportaje para adentrarse en varios géneros literarios, que van desde el relato de viajes hasta las crónicas culturales pasando por la política, el Ejército y la vida cotidiana. Como en los buenos libros de viajes, estas 'historias de la Rusia pos-soviética en el cambio de milenio' trascienden el periodismo para convertirse en literatura. Luis Matías López rastrea a lo largo de Rusia 'la huella roja' que da título al libro. Por sus páginas desfilan personajes, lugares y situaciones que han marcado la última década rusa, la de Borís Yeltsin y Vladímir Putin con sus secuelas de mafiosos y corruptos, liberales perplejos, comunistas nostálgicos y gentes variopintas en una superpotencia en ruinas que ha alumbrado episodios tan patéticos como el hundimiento del submarino Kursk o tan crueles como la guerra de Chechenia. Entretanto, los símbolos soviéticos, aunque sea medio enterrados en la nieve, siguen salpicando el paisaje.