El Salón del Libro de Barcelona se pospone por falta de consenso en el sector

El nuevo Salón del Libro de Barcelona, que tenía que abrir sus puertas en el recinto ferial de Montjuïc el 7 de diciembre, se pospone hasta el año 2003 sin que por el momento haya una fecha definitiva para su celebración, según anunciaron ayer sus organizadores. Presentada el pasado mes de junio por el Gremio de Editores de Cataluña y la recién creada Fundación del Libro, la organización del Salón del Libro se había encontrado en los últimos meses con las reticencias de parte del sector, principalmente de los liberos.

Éstos veían con preocupación la coincidencia de las fechas de celebración -entre el 7 y el 15 de diciembre- con la campaña de ventas de Navidad y Reyes, y el hecho de que los editores vendieran directamente los libros a los lectores, según Montse Moragas, presidenta en funciones del Gremio de Libreros.

El Salón del Libro de Barcelona, ideado en su dimensión cultural a imagen y semejanza de los de París y Turín, tenía que sustituir a la Feria del Libro que se celebraba en el paseo de Gràcia, la cual había quedado obsoleta según coinciden editores, distribuidores y libreros.

Para ello se constituyó la Fundación del Libro, en cuya gestión participan, además del Gremio de Editores, los grupos editoriales Planeta, Grup 62, Random House Mondadori, Océano, RBA y Vicens Vives. Pero Random House Mondadori decidió el pasado verano no participar en la primera edición del salón. Según fuentes del grupo, 'las fechas no parecían las más indicadas y el salón podría haber perjudicado a las librerías'. También Grup 62 decidió, a última hora, no participar en el salón, y los responsables de RBA habían manifestado dudas sobre la premura con que se había planteado la celebración del encuentro.

Pere Sureda, director general de Grup 62, explicó que las reticencias de los libreros han sido determinantes: 'El salón tiene que ir adelante, pero en unas fechas más adecuadas y con la participación de los libreros', afirmó.

Romà Cuyàs, coordinador del Salón del Libro, aseguró que el encuentro está 'concebido como plataforma de promoción del libro y no puede nacer con limitaciones'. Cuyàs justificó la decisión de posponer el evento en el retraso de la presentación del proyecto, ya empezado en 2002. Esta circunstancia provocó que muchos expositores, tanto públicos -estatales, aseguró- como privados, 'no pudieran prever su presencia en el salón en sus presupuestos anuales'. Aunque aseguró que el retraso servirá para alcanzar un consenso en el sector y negociar 'una participación directa o indirecta' con los libreros, Cuyàs recordó que los grandes salones europeos del libro están convocados, únicamente, por los editores.