El líder socialista augura que 'el espíritu de cambio es imparable'
'¡Qué bien estamos todos juntos!'. Ésta fue la exclamación, casi conmovedora, de José Luis Rodríguez Zapatero al citar de corrido todas las comunidades autónomas para saludar a los militantes que habían llegado de toda España y estaban reunidos en la plaza de Vistalegre. Tuvo especial reconocimiento a los que no pudieron entrar porque la afluencia superó el aforo. 'Somos el único partido que tiene la E de España; no de excluyente', afirmó. Le aplaudieron desde Pasqual Maragall, candidato a la presidencia de la Generalitat de Cataluña, a Odón Elorza, alcalde de San Sebastián, pasando por los presidentes de Castilla-La Mancha y de Extremadura, José Bono y Juan Carlos Rodríguez Ibarra, respectivamente.
'Juntos lo conseguiremos; el espíritu de Vistalegre es imparable, nadie lo va a parar', exclamó Zapatero en su despedida. Le aplaudían desde todos los rincones de la plaza, y desde las primeras filas, en las que por primera vez en muchos años se vio codo con codo a dirigentes socialistas enfrentados en otros tiempos por pertenecer a sectores diferentes. Ayer estaban juntos los ex ministros de Felipe González, los miembros de las ejecutivas socialistas desde 1982, empezando por el que fuera vicesecretario general y vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, y el actual secretario general de los socialistas vascos, Patxi López. La mayoría de ellos en perfecta sintonía con Zapatero, y muchos recuperados para nuevas tareas, como Txiki Benegas, nombrado vicepresidente de la Comisión Constitucional del Congreso.
Ausencia de los Redondo
También estaban Juan Manuel Eguiagaray, Pedro Solbes, Joaquín Almunia, Matilde Fernández, Virgilio Zapatero y Enrique Barón, representantes en el pasado de sectores enfrentados. No asistieron dos invitados: Nicolás Redondo Urbieta, ex secretario general de UGT, y Nicolás Redondo Terreros, ex secretario general del PSE.
Zapatero señaló que el PSOE cuenta hoy con una unidad sin la cual no habría podido ofrecer a la sociedad un proyecto creíble. 'Muchas gracias por el apoyo incondicional que me habéis dado; gracias a todos los militantes y a todos los dirigentes', exclamó.
Zapatero agradeció a su partido 'el depósito de confianza' imprescindible para dirigirse a sectores sociales más amplios. 'Habéis depositado en mí vuestra ilusión, vuestras esperanzas, y estoy muy orgulloso; yo soy todos vosotros, y juntos podremos llevar adelante nuestro sueño; juntos lo conseguiremos', clamó entre aplausos y gritos de '¡presidente, presidente!'. Fue un acto pensado para Zapatero. Fue su proclamación y, por eso, al final, él solo, en el escenario, recibió los aplausos y abrazos.
'Zapa: hoy es más necesario que hace 20 años que gane el socialismo', le dijo su presentadora, la actriz Rosa María Sardá.
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