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Crónica
Texto informativo con interpretación

La Real se sobrepone a Ceballos

El líder levanta en el último minuto un partido que le complicaron el gol del Racing y su portero

La Real Sociedad no dejó pasar ayer de largo la oportunidad de abrir un hueco interesante al frente de la tabla, o la de firmar su mejor arranque de Liga de las últimas dos décadas. Pero la noticia fue que el conjunto de Denoueix sufrió mucho para marcar. Una novedad en éste curso que puede indicar que los estados de gracia también caducan. El Racing fue ayer su gol y Ceballos, un portero que desesperó por turnos a media Real. Nada más. Ni presión, porque siempre jugó con un tiempo de retraso.

Empeñado en suplantar a la Real Sociedad al frente de la lista de 'modestos con sorpresa', el Racing demostró en Anoeta que en el fútbol actual, dominar una de las facetas del juego es poseer un don. O casi. La Real venía demostrándolo desde el arranque del campeonato. Tenía el don del gol y esto tapaba carencias graves, como sus dificultades para organizarse en defensa. El conjunto cántabro, recién salido del anonimato gracias a sus triunfos ante el Deportivo y el Real Madrid, daba que hablar gracias a su presión y a su precisión quirúrgica al contragolpe, circunstancia que la Real desoyó. Los jugadores de Denoueix siguen a lo suyo, rendidos ante la evidencia de una de las máximas del fútbol: gana aquél que más veces marca. Así que al minuto de partido, Ceballos salvó un gol, y otro enseguida, y uno más cuatro minutos después. En veinte minutos de encuentro, el Racing desconocía qué podía haber en el campo rival. No lo había pisado, arrollado ante la insistencia y la variedad de recursos ofensivos que mostraba la Real. Físicamente poderoso, el conjunto donostiarra anuló el amago de presión cántabro anteponiendo su propia velocidad y resistencia. Cuando el equipo de Preciado, que calienta psicológicamente antes de cada encuentro, quiso ponerse a jugar, la Real le había arrollado. El Racing, sacudido como un muñeco, sobrevivió aferrado a las paradas de su meta, Ceballos, que detuvo lo impensable. La Real empezó a mosquearse, extrañada porque su media goleadora se resentía y un tanto desquiciada por los métodos racinguistas, que no se cortaron a la hora de despistar a Kovacevic y Nihat con abrazos y agarrones. En esos momentos, el Racing hubiera recurrido a cualquier cosa con tal de mantenerse en pie. Y la Real hubiera hecho lo mismo con tal de rescatar su proverbial puntería. Pero estaba Ceballos, siempre a punto para zanjar el peligro, que le llovía desde todos los costados: bien por la movilidad de Nihat y Kovacevic y su capacidad para interpretar las diagonales de Xabi Alonso; bien por los centros de Aranzabal o Karpin. En una de estas, el ruso perdió un balón en el centro del campo, el Racing armó una contra vista y no vista y la defensa de la Real hizo el resto para que Javi Guerrero marcase. Ni uno de los tres defensores donostiarras que vigilaban a Guerrero vio la necesidad de saltar para despejar un globo servido desde la derecha.

REAL SOCIEDAD 2| RACING 1

Real Sociedad: Westerveld; Rekarte, Jauregi, Schürrer, Aranzabal; Xabi Alonso, Boris; Karpin, Nihat, Gabilondo (De Pedro, m. 62); Kovacevic. Racing: Ceballos; Pineda, Mora, Juanma, Sietes (Neru, m. 60); Pablo Sierra, Nafti (Mesías, m. 77), Ismael, Munitis, Regueiro (Bodipo, m. 83); Javi Guerrero. Goles: 0-1. M. 28. Javi Guerrero cabecea a la red rodeado de tres defensores de la Real, estáticos. 1-1. M. 75. Kovacevic recoge un pase vertical de De Pedro y cruza ante Ceballos. 2-1. M. 91. De Pedro ejecuta un penalti cometido sobre Nihat. Árbitro: Rodríguez Santiago. Amonestó a Munitis y expulsó a Neru. Unos 25.000 espectadores en Anoeta.

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El gol despertó las ansias de la Real, que volvió a la carga con buenas ideas y un punto de precipitación. Desde ese momento, los donostiarras corrieron para recuperar su claridad de ideas, el juego exhibido de salida. No llegó a encontrarlo plenamente, pese a que borró de nuevo al Racing del campo, un equipo que esperaba la ocasión precisa de hurgar en la desesperación evidente de la Real, asustada ante la posibilidad de perder su primer partido de Liga. O lo que parece lo mismo, su estrella, la que la había permitido sumar 17 goles en siete tardes. Kovacevic parecía el más afectado de entre sus compañeros, incrédulo ante la racanería rentable del rival y afectado por la abulia que empezaba a empapar a sus compañeros. Denoueix entendió a tiempo que la cita sólo se desatascaría a base de clase. Puso a De Pedro. Cinco minutos después fabricó con un toque de su zurda el tanto del empate, cosa de un Kovacevic rabioso. La Real recuperó su voltaje de la misma, agilizó su ritmo, halló huecos enseguida y un penalti a ultimísima hora. Ceballos no lo pudo parar

PARTIDO DE LIGA REAL SOCIEDAD - RACING: Pineda agarra de la camiseta a Kovacevic.
PARTIDO DE LIGA REAL SOCIEDAD - RACING: Pineda agarra de la camiseta a Kovacevic.EFE

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