Ingenioso señor
La última gracieta del señor Alpuente (16-10-2002), que su periódico publica como columna, molesta gratuitamente a quienes consideramos como pilar fundamental de la democracia el respeto a las sentimientos de los demás.
Escribir a estas alturas que la bandera es 'un trozo de tela pegado a un palo' y otras cositas 'graciosísimas' sobre su historia y sus colores no pasaría de ser la chorradita de un adolescente inculto si no apareciera en letras de imprenta y en un medio de prestigio. A los que respetamos la bandera constitucional como símbolo de nuestra andadura común hacia la convivencia (no es la de Franco) y entendemos a los que se emocionan ante la bandera republicana, la señera o la ikurriña, no nos hace gracia el sueltecito de don Moncho y nos intriga que ese periódico, inequívocamente serio, publique esas tontunas junto a los artículos de Pradera, Millás o Savater.
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