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Reportaje:REPORTAJE

La generación del relevo

Anabel Díez

En Sevilla, Jaén, Madrid, Lugo, Vitoria, Granada, Almería, Barcelona, San Sebastián y León, hace veinte años, en la noche del 28 de octubre, unos jovencitos vivieron la ilusión, en carne propia o a través de sus padres y abuelos, de asistir a la victoria electoral del PSOE. Dos décadas después están en la dirección de ese partido y aspiran a celebrar dentro de año y medio una nueva victoria de esta organización centenaria. La España de hoy es muy diferente, ellos tampoco vivieron las peripecias de esa generación que desde la dictadura peleó por las libertades en España... Sí hay diferencias, pero también algunas similitudes que les hacen soñar con un vuelco social que les permita coger las riendas de la gobernación de este país. Felipe González -un ser rozando el mito en sus recuerdos infantiles y juveniles- ya no está al frente del partido, pero tienen a José Luis Rodríguez Zapatero, que, sin ese carisma arrollador, reúne las cualidades de un líder que sabrá concitar el apoyo de amplias capas sociales, como ocurrió en 1982. Hoy, domingo, a las nueve de la mañana, el Comité Federal del PSOE proclamará a Zapatero candidato a la presidencia del Gobierno. Después, junto a más de 20.000 personas, el líder socialista contará qué piensa hacer, y qué tiene que hacer el partido para que se repita esa victoria. En las vísperas, los nuevos dirigentes socialistas evocan lo que sintieron hace dos décadas y a lo que ahora aspiran.

Carmen Chacón: 'José Luis Rodríguez Zapatero está generando la misma ilusión colectiva que logró Felipe González'
Enrique Martínez: 'Nos parecemos en todo a los dirigentes que protagonizaron el cambio en 1982 porque somos los mismos'
Juan Fernando López Aguilar: 'La sociedad va a conectar de nuevo con los socialistas porque el Partido Popular sólo da pan y circo'

La biografía de los dirigentes del nuevo PSOE muestra que ya apuntaban maneras políticas hace dos décadas, e incluso algunos de manera precoz. El actual secretario de organización, José Blanco, tenía 18 años cuando el PSOE ganó las elecciones en 1982. Pero ya hacía tres que se había afiliado a las Juventudes Socialistas. Con emoción ha guardado las fotografías de la época en las que aparece junto a Felipe González días antes de la victoria, cuando el aspirante a la presidencia del Gobierno dio un mitin en Lugo, la ciudad de Blanco. El joven socialista gallego era ya coordinador de esa campaña en su provincia. 'Asistí al mitin de Felipe González en Lugo y creí que algo parecido debía de ser tocar el cielo', confiesa Blanco.

Ambiente de izquierdas

En casa de Blanco se vivía un ambiente de izquierdas y republicano, imbuido por su abuelo paterno. 'Para él, la victoria del PSOE suponía la oportunidad de que en España acabara la enorme desigualdad social que yo veía; con Felipe habría avance social, y así fue'. Ahora, el PSOE 'está tan unido como entonces y con las mismas ganas de avance y modernización'.

El afán de emancipación social fue lo que también animó a Jesús Caldera, portavoz parlamentario, a afiliarse al PSOE en 1974. En 1982, con 24 años, fue en las listas al Congreso por su provincia, Salamanca. Después tuvo el 'honor' de sentarse en la Mesa del Congreso como el diputado más joven de la Cámara. 'Pasé la noche electoral en mi pueblo, Béjar, y recuerdo la explosión de alegría y mi preocupación porque iba a ser diputado y quería estar a la altura de la confianza que me habían dado'. Este dirigente socialista asegura que para él y todos sus compañeros 'Felipe González y su equipo siempre tendrán el reconocimiento histórico de su labor en el avance y la modernización de España'. Pero ahora les toca a ellos. 'El nuevo avance que necesita España confiamos en representarlo nosotros'.

La responsabilidad es un sentimiento que tuvo Jordi Sevilla, actual responsable económico, entonces con 26 años, y tiene ahora. Esa noche del 28 de octubre, 'como tantos ciudadanos', fue a la puerta del hotel Palace de Madrid para ver la aparición de González y Guerra. 'Fui con mi mujer y unos amigos a festejarlo; estaba alegre y triste a la vez porque mi padre había muerto y no pudo ver esa victoria con la que tanto soñó'. Su espíritu racional le hizo exclamar: ¡'Cuántas cosas hay que hacer'!

Después de ganar la oposición de técnico comercial del Estado empezó a trabajar con la Administración socialista. 'Trabajé con Francisco Fernández Marugán en el gabinete de Presidencia del Gobierno y comprobé que las dificultades eran grandes por los problemas acumulados'. En su línea realista se sitúa en el tiempo actual. 'Cuando ganemos tendremos que recuperar el tiempo perdido por el PP, y en ese punto sí hay similitud con 1982'. La diferencia con aquel entonces es que 'ya no hay tanta magia', aunque para no aparecer como un aguafiestas remacha: 'Eso es bueno porque demuestra la madurez democrática de la sociedad'.

Calzadas romanas

También pensó en sus mayores fallecidos Enrique Martínez, responsable de innovación y comunicación interna. Tenía 23 años en 1982 y acababa de obtener la licenciatura en Sociología. Con 18 años se había afiliado a las Juventudes Socialistas en Málaga, y un año después, al PSOE. Martínez recuerda unas palabras de un mitin de Felipe González en la Ciudad Universitaria de Madrid que nunca ha olvidado. 'Por la carretera viniendo a Madrid he visto a los camiones que tienen que circular por calzadas romanas; a nosotros nos toca modernizar España'. Para Enrique Martínez, eso fue lo que hicieron los Gobiernos socialistas.

'Nos parecemos en todo a los dirigentes de 1982 porque somos los mismos, nos anima la misma pasión por la justicia social, pero nos toca hacer un proyecto adaptado a un mundo más complejo', señala este sociólogo.

La ardua tarea con la que iba a enfrentarse el PSOE no fue un asunto en el que reparó Carmen Chacón la noche del 28 de octubre desde la perspectiva de sus 11 años. Chacón, responsable de educación, cultura e investigación, recuerda perfectamente la alegría en su casa, en Barcelona, porque su familia vio colmadas sus ilusiones. 'Lo que pasó se llamaba Felipe González'.

Eso dedujo de las consideraciones de su madre, militante del PSC y con la que había recorrido las calles barcelonesas manifestándose a favor del estatuto de autonomía. A los 17 años ya militaba en las Juventudes Socialistas y en 1992 se afilió al PSC. Estudió Derecho y siguió cursos para graduados en Canadá. Hoy, con 31 años, ya ha sido profesora universitaria de Derecho Constitucional y concejal en el Bajo Llobregat. Chacón, como otros compañeros de su ejecutiva, vivió 'muy mal' los años de declive del PSOE. Era muy joven y en su ambiente universitario no se llevaba nada ser de ese partido en los años noventa. 'Yo seguía defendiendo la militancia en este partido y la labor de Felipe González, pero lo cierto es que veía cómo mi generación, con inquietudes sociales, se alejaba del partido', señala con vehemencia.

Y de Felipe González a José Luis Rodríguez Zapatero. 'Zapatero está generando la ilusión colectiva que logró Felipe; y va a producirse porque la derecha está sustrayendo las conquistas sociales de esos Gobiernos; José Luis va a gobernar porque tiene la misma ilusión que Felipe'.

En pleno declive socialista, Leire Pajín se afilió a las Juventudes Socialistas con 16 años, y al PSOE con 17. Hoy es responsable federal de relaciones con las ONG y movimientos sociales. No se acuerda del triunfo de su partido en 1982, tenía seis años y vivía en San Sebastián. Pero muy pronto sus padres, socialistas, se lo contaron. 'He visto el vídeo del 28-O muchas veces y siempre me emociona ver tanta alegría'. Reconoce que hasta hace poco, como militante, ha vivido 'lo peor'. 'La sociedad empieza a pedir el cambio, y el PSOE está en disposición de protagonizarlo; los jóvenes tenemos derecho a vivir un nuevo 82', afirma.

Esa disposición a ganar y a gobernar, por parte del PSOE, y la receptividad de la sociedad, la afirma Trinidad Jiménez, responsable de política internacional y candidata a la alcaldía de Madrid. Tenía 20 años hace 20 años y estudiaba segundo de Derecho en la Universidad de Sevilla, aunque fue a votar a Huelva, donde vivían sus padres. 'Recuerdo esa noche electoral celebrándolo en la calle con un ambiente y un clima que no he vuelto a ver; todo el mundo se abrazaba'. Jiménez considera que se va a vivir una 'reedición' de 1982. 'La gente quiere vernos bien, y creo que lo estamos, con nuevo impulso, muy unidos y con un proyecto pegado a las necesidades de la gente y del país', señala la candidata madrileña. Ese 'nuevo impulso' lo quiere representar el PSOE dentro de ocho meses en las elecciones municipales y autonómicas. Trinidad recuerda que la victoria de 1982 fue precedida por un gran éxito municipal. 'Ahora vamos a empujar para que ocurra lo mismo'.

Los tiempos de Escuredo

Esas elecciones municipales y autonómicas fueron casi parejas a los comicios en Andalucía en los que el PSOE ganó y puso al frente del Gobierno a Rafael Escuredo. Ese recuerdo lo tiene muy vivo Juan Fernando López Aguilar, responsable federal de libertades y desarrollo autonómico. 'Viví con enorme ilusión el proceso andaluz y el referéndum por la autonomía de esa comunidad', señala este canario que estudió Derecho en Granada. El 28 de octubre de 1982 tenía 21 años, tenía muchos amigos socialistas, pero él no estaba afiliado. 'Se me consideraba muy radical y recuerdo que los sectores de la derecha universitaria me llamaban despectivamente guanche rojo'. Sigue con sus recuerdos y aparece un concierto electoral de Miguel Ríos en Granada. 'El ambiente era de auténtico entusiasmo, y del resultado me sorprendió y emocionó su alcance, la dimensión de la victoria'. López Aguilar asegura que su 'gratitud hacia Felipe González y Alfonso Guerra' será eterna. 'Ambos causaron un impacto en mí y en millones de personas que nunca olvidaré; les admiraba y les admiro'. López Aguilar recuerda a ese equipo de socialistas 'motivados por ideas' y cuya 'credibilidad estaba fuera de toda duda'. Pero vinieron los años de declive. 'Peleé hasta el último momento por la obra de esos Gobiernos, que fue ingente', señala López Aguilar. Éste pasó de militante de base a miembro de la ejecutiva federal en el equipo de Rodríguez Zapatero. En el congreso anterior, cuando no se presentó a la reelección Felipe González, este catedrático de Derecho Constitucional se acercó a Rodríguez Zapatero. 'Si no eres tú el sustituto, se te parece mucho', le dijo. Esto ocurrió tres años después. 'Nadie tiene la pretensión de reinventar el PSOE, estamos muy orgullosos de toda su historia y en especial de la generación de Suresnes; representamos la continuidad de Felipe González y su legado', dice de corrido López Aguilar. Ahora bien, 'la sociedad es otra, pero creemos que va a conectar con nuestro proyecto porque el PP sólo da pan y circo'.

La defensa del legado de Felipe González la encarna Javier Rojo, responsable de política institucional, con la pasión que se conduce en la vida política. En octubre de 1982, con 29 años, era diputado foral alavés y se había afiliado al PSOE en 1977. 'Recuerdo esa noche con mucha emoción al ver llorar a mucha gente, a los viejos del partido. Rojo estaba ya en la dirección del PSE que dirigía Txiki Benegas. No oculta Rojo que pertenecer a la dirección del partido 'honra a todo socialista'. 'La ejecutiva del 82 y la actual tiene una continuidad y es que, previsiblemente, con las dos el PSOE llegará al Gobierno de la nación'. 'Sin petulancia', estima que las cosas van por ese camino. 'Como en el 82, todo el partido toca con la misma partitura y la sociedad lo percibe y, como entonces, quiere el cambio'. Esa conexión con la gente la percibe en su trabajo diario Consuelo Rumí, responsable de políticas sociales y migratorias. Tenía 24 años ese 1982. No era militante del PSOE y canalizaba sus inquietudes a través de los movimientos de renovación pedagógica en Almería, donde era maestra. 'La victoria de entonces fue posible porque mucha gente se vio representada en el PSOE; ahora creo que va a ocurrir lo mismo; hay muchos problemas y muy serios en esta España del Gobierno del PP'.

Dos veteranos

En la ejecutiva de Zapatero sólo hay dos personas vinculadas a la etapa anterior. Primero, Manuel Chaves, presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía. También Isabel Pozuelo, responsable del área de consumidores y usuarios. Ambos están en la fotografía de la tortilla de 1973. Se trata de una imagen campestre en la que están Felipe y Guerra junto a otros jóvenes socialistas que representaron el relevo del PSOE del exilio. Los que estaban allí fueron mucho tiempo referencia en todo el partido como auténticos pata negra. Pozuelo rompe el mito: 'No había tortilla'. El grupo venía de una reunión clandestina de UGT y reposaron en los pinares de Puebla del Río. En 1982, con 30 años, militaba en el PSOE desde hacía diez. 'Sentí preocupación porque Felipe González era nuestro amigo e iba a ser presidente del Gobierno, con una crisis económica tremenda y una democracia no consolidada'. En ese tiempo, 'política y vida personal' eran una misma cosa. Veinte años después, esta mujer declara su 'orgullo' por pertenecer a la nueva ejecutiva cuando cree 'que el cambio vuelve a España'.

El cambio también lo vislumbra el asturiano Álvaro Cuesta, responsable de política municipal, y lo celebrará como ya hizo en Oviedo hace 20 años, cuando tenía 27 y militaba en el PSOE desde los 19. 'Se veía en la calle que íbamos a ganar'. Cuesta recuerda a Felipe González la primera vez que le vio en un mitin semiclandestino. 'Me pareció un líder excepcional, ya no sólo por su carisma, sino por el proyecto realista y modernizador que tenía para España'. Cuesta fue de los primeros entre los pocos que apostaron por Zapatero para empezar una nueva etapa 'que pare el anacronismo del PP'. Los problemas de falta de credibilidad del PSOE 'están ya superados', según el criterio de Cristina Narbona, responsable de medio ambiente y ordenación territorial. 'No partimos de cero; hay una trayectoria con aciertos y errores, pero hemos tenido capacidad de autocrítica y hemos innovado; hay pálpito de un nuevo cambio en España'. Narbona no se afilió hasta 1993, cuando las cosas ya estaban muy mal. También tardó en coger el carné Micaela Navarro, responsable del área de la mujer. Fue en 1991 y después de haber peleado en el movimiento vecinal. Esta mujer recuerda que en la noche alegre de hace 20 años sus familiares le transmitieron un cierto temor. 'No les van a dejar gobernar los de siempre', recuerda. Sí pudieron, pero ahora se necesita el cambio. 'La democracia no corre peligro, pero sí la cohesión social, la brecha de la desigualdad vuelve a abrirse; por eso José Luis va a conectar con la mayoría porque encarna los valores de Pablo Iglesias y la modernidad', pronostica.

Zapatero y Chaves, en el centro, con la ejecutiva elegida en el XXXV Congreso del PSOE en julio de 2000.
Zapatero y Chaves, en el centro, con la ejecutiva elegida en el XXXV Congreso del PSOE en julio de 2000.GORKA LEJARCEGI

Recuerdos de aquella noche

POCO HA CAMBIADO José Luis Rodríguez Zapatero en 20 años; al menos en sus expresiones. Si ahora quiere protagonizar 'el cambio tranquilo' asegura que su sentimiento en la noche del 28 de octubre de 1982 fue de 'alegría serena'. Zapatero acababa de cumplir 21 años cuando se produjo ese triunfo de su partido en el que militaba desde los 17 años. Es más, en ese tiempo ya tenía responsabilidades internas como secretario de la agrupación de León desde hacía un mes. 'En junio de ese año había terminado Derecho y conseguí llevar a 70 compañeros de promoción como interventores de mi partido en mesas electorales: era claro, casi toda mi clase se había movilizado e identificado con el PSOE', narra Zapatero. 'Cuando se confirmó la victoria mi padre se presentó en la sede del partido y sin decir nada nos abrazamos', continúa con sus recuerdos. Fue su padre en 1977 el responsable de su pasión por la política. Zapatero acompañó a su padre a Gijón en 1976, cuando tenía 17 años, para asistir a un mitin de Felipe González. Tras escucharle, Zapatero decidió que iba a dedicarse a la política y que el PSOE era su partido. En 1982 el actual líder socialista no tenía dudas de la victoria de Felipe González. 'La movilización fue extraordinaria', asegura. ¿Y ahora? 'No hay momentos históricos idénticos. Todas las generaciones que votaron en 1982 tenían demasiado presente la dictadura y en la sociedad española había un deseo abrumador de cambio', afirma Zapatero. Pero ve, eso sí, como hace 20 años, la ilusión y la unidad en su partido y, sobre todo, que 'los ciudadamos ven al PSOE capaz de protagonizar un nuevo impulso'

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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