Los viveros del terrorismo
(...) los problemas no resueltos provocan tiros por la culata. Los Gobiernos occidentales decidieron ignorar las consecuencias de la segunda guerra de Chechenia. Sin embargo, el primer ministro británico se implicó en el conflicto de Kosovo en nombre de los derechos humanos. Curiosamente, el imperativo humanitario que prevaleció para los albaneses ya no valía para los chechenos. (...) Los estadounidenses y la mayoría de sus aliados europeos habían olvidado su grandeza de espíritu humanitaria: (...) Rusia no era Serbia, la Realpolitik había retomado sus derechos. (...) ¿Por qué no pensaron en ayudar a los rusos con la cuestión chechena? Los chechenos han sentido como una injusticia que sus vecinos adquiriesen la independencia mientras se negó la suya. (...) Tras la primera guerra, los rusos concedieron una independencia de hecho. (...) Para su desgracia, la pequeña república pronto sufrió la llegada de combatientes árabes internacionalistas que no tardaron en multiplicar las provocaciones hacia Moscú. Los islamistas entendieron que su ideología podía desarrollarse sobre el abono del separatismo. (...) Antes de revolcarse en su fascismo islámico, Osama Bin Laden y Mohamed Atta nunca tuvieron que sufrir la menor injusticia. Su terrorismo (...) tiene que ser combatido implacablemente, incluso si se tiene que restringir el campo de nuestras libertades civiles. Pero es una lástima que dejáramos supurar abscesos -Chechenia, Palestina- que fatalmente se transformaran en viveros para los agentes reclutadores del islamismo universalizado.
Renaud Girard
París, 25 de octubre
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