'Sólo nos salvaremos si Rusia abandona Chechenia', afirma una de las mujeres secuestradas

Las 700 personas que asistían a la representación de un musical en un teatro de Moscú y que se convirtieron el miércoles por la noche en rehenes de un comando de medio centenar de chechenos armados esperan que el presidente ruso, Vladímir Putin, sea capaz de superar la crisis sin que se produzca un baño de sangre. 'Pedimos a la comunidad mundial que presione para que Rusia retire sus tropas de Chechenia. Si quiere ayudarnos, difúndalo. Eso nos salvará la vida', declaró anoche desde el interior del teatro Anna Adriánova, de 33 años, en conversación telefónica con EL PAÍS.

El jefe del comando, Movsar Baráyev, emplazó a Putin a poner fin a la guerra en Chechenia e iniciar la retirada de las 'tropas de ocupación' en una semana. En caso contrario, sus hombres volarán el teatro. 'Han minado el local y han atado dinamita a las butacas', afirmó otro de los rehenes, Maxim, un estudiante de 23 años. En el teatro continuaban anoche unos 600 rehenes, 75 de ellos extranjeros. Treinta y siete fueron liberados. Una joven resultó muerta cuando, al parecer, intentaba escapar. Tenía heridas de arma de fuego en el pecho, varios dedos rotos y una quemadura en la mano.

Una mujer muere tiroteada al intentar huir del teatro en el que 700 rehenes siguen secuestrados

Putin cancela todos sus viajes y asegura que la operación se preparó en el extranjero

Los rehenes pidieron a Putin, a través de mensajes escritos sacados por una de las liberadas, 'que adopte una decisión sensata y detenga las acciones militares en Chechenia' y que el problema se resuelva 'por la vía pacífica o se derramará demasiada sangre'. Putin aseguró que la operación terrorista se había planeado en el extranjero y que no pensaba ceder 'al chantaje', aunque la prioridad, dijo, es 'garantizar la seguridad de los rehenes'.