Dibujos escondidos durante cinco siglos
La restauración del retablo de Púbol desvela 29 dibujos de Bernat Martorell
La restauración en la década de 1950 de una de las tablas del retablo de Sant Pere de Púbol, de Bernat Martorell (1400-1452), puso sobre aviso a los expertos. En la parte de atrás de la pieza se hallaron cuatro dibujos atribuidos al propio autor que permanecían ocultos. La lógica de la colocación del retablo sobre una pared había impedido su visión durante cinco siglos. Por este motivo, cuando recientemente se desmontó el retablo para su restauración, los especialistas se hallaban en estado de alerta.
'Pero lo que no sabíamos era que llegaríamos a encontrar hasta 29 dibujos de figuras, principalmente bustos femeninos', explicó Joan Molina, comisario de la exposición Bernat Martorell y el otoño del gótico catalán, que a partir del 31 octubre mostrará en el Museo de Arte de Girona esta y otras obras de Bernat Martorell, uno de los grandes artistas del denominado gótico internacional, y de algunos coetáneos suyos que desarrollaron su trabajo en Girona, como Joan Antigó y Honorat Borrasà.
'No hay duda, por la maestría de su trazo, de que fue el propio Bernat Martorell quien realizó los dibujos', dijo Molina en el Centro de Restauración de la Generalitat de Cataluña, en el monasterio de Sant Cugat del Vallès, donde se está realizando el trabajo de recuperación y limpieza de este retablo, que es precisamente el único del autor que está perfectamente documentado y el que permitió atribuirle al pintor otras piezas importantes, como el retablo de Sant Jordi, cuyas tablas se encuentran actualmente repartidas entre el Chicago Arts Institut y el Museo del Louvre.
Molina considera que el aspecto singular del hallazgo se encuentra en lo inusual del soporte, ya que en aquella época los pintores solían realizar los estudios anatómicos y los dibujos preliminares en libros, lo cual les facilitaba la movilidad de los esbozos. Los dibujos, que fueron realizados con carbón y yeso y se han conservado perfectamente hasta ahora, sólo podrán verse durante la exposición en un montaje especialmente diseñado para que puedan contemplarse ambas caras del retablo. Finalizada la exhibición, la pieza volverá a colocarse de modo que los dibujos permanecerán ocultos nuevamente. Molina añade: 'Los dibujos hallados expresan muy bien la necesidad de imbuir en el rostro de los personajes la expresión de un sentimiento interior, una característica de modernidad para su época'.
En cuanto a la exposición, Molina destacó su intencionalidad de difundir la importancia del trabajo de Bernat Martorell en su propia época. 'Fue un artista que marcó un cierto camino de tránsito entre el final de la Edad Media y la modernidad que representaba la pintura del norte de Europa. Asumió en su obra ciertos elementos de la escuela flamenca', explicó. La restauración ha permitido recuperar la viveza de los colores originales. 'Cuando observamos un retablo en una iglesia pensamos que los colores que contemplamos son los originales, y es erróneo. En la documentación que se conserva, el señor que encargó el retablo de Sant Pere de Púbol especificaba que quería colores vivos'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.